La pasada semana se dio cita en el estadio municipal Antonio Camacho el equipo cadete B del Sevilla FC, donde milita el jugador arcense Enrique Ríos, hijo del popular paisano 'Guanyi' y al que hace unas cuantas semanas sacábamos en nuestras páginas con motivo de la disputa del torneo de San Petersburgo, en Rusia, donde intervino en un torneo internacional con el resto de compañeros el joven futbolista de Arcos. En el partido de la semana pasada se enfrentó al Arcos juvenil A, que entrena José Huertas, al que el equipo hispalense venció por un gol a dos, el primero de ellos logrado por Enrique Ríos a la salida de un córner. Al término del encuentro, Arcos Información pudo conversar con el preparador físico del conjunto de Nervión, Ramón Quintana, que lleva dos temporadas consecutivas con el grupo en el que juega Enrique y que atendió amablemente las preguntas de este redactor. Por cierto, en estas dos temporadas el cadete B del Sevilla FC permanece invicto en partidos oficiales y amistosos y solo perdió un encuentro, una semifinal de un torneo, y nada más y nada menos que contra el Real Madrid.
—¿Qué te parece el partido de hoy?
—Hoy venimos a jugar contra hombres, pero con la ilusión que ponemos en todos los campos de salir victoriosos o, al menos, no derrotados.
—¿El equipo de hoy -o parte de él- fue el que estuvo en la ciudad rusa de San Petersburgo?
—Sí, hemos hecho tres nuevas incorporaciones que el departamento de captación del club ha estimado conveniente, pero es el mismo bloque que el de la temporada anterior.
—A nosotros los arcenses nos interesa mucho tu opinión y valoración sobre nuestro paisano Enrique Ríos…
—Es un futbolista zurdo, con buen manejo de la derecha y con muchísima clase en el aspecto técnico. Tiene un cuerpo delgado y alto que le permite dominar el juego aéreo con mucha personalidad. Destacamos de Enrique no ya sus cualidades físicas y técnicas sino, sobre todo, su tremenda inteligencia para leer el juego y para saber qué necesitan en cada momento tanto el equipo como el partido. Debido a eso, hicimos el año pasado un pequeño cambio en su posición: Enrique nos llega a nosotros de central zurdo y lo pasamos al centro del campo de pivote no defensivo, porque nosotros jugamos indistintamente con pivote o doble pivote y la verdad, fue un auténtico hallazgo el saber que el central tan bueno que solo podía jugar en ese puesto, resultó que hizo jugar a todo el equipo en la posición de pivote ya que nos daba un equilibrio en todos los aspectos, defensivos y ofensivos, precisamente por su capacidad física que llega a todo y que abarca mucho campo y, sobre todo, por su inteligencia ya que sabe en todo momento del partido lo que necesita el equipo. Enrique Ríos es el capitán del equipo desde hace años y su gran trayectoria académica hace que el equipo esté siempre dispuesto a trabajar y esforzarse al máximo porque Enrique, como líder y capitán no permite que haya relajación o que haya apatía en los entrenamientos, lo que nos viene muy bien a todos.
—En esta primera parte ha subido dos veces al remate, una la ha tirado alta y la otra la ha clavado…
—De las pocas carencias que tiene Enrique -que estamos trabajando para corregir- es la llegada a gol porque le cuesta mucho interpretar en qué momento hay que incorporarse al ataque. Él pone mucho empeño en mejorar esta faceta. La temporada pasada solo metió dos goles, pero fueron dos goles muy importantes para nosotros y sin embargo hoy ha subido dos veces, ha tenido dos ocasiones y una de ellas la ha metido, con lo cual es una verdadera sorpresa para los pocos goles que mete Enrique que los meta aquí en su pueblo, ha sido muy efectivo.
Ramón Quintana lleva ya quince años en el Sevilla FC y desde hace cinco se encarga del fútbol base con niños desde los trece a los quince años y su ilusión es convertirse en el mejor formador de futbolistas de esas edades. Los futuros futbolistas buscan crecer para llegar a la élite, pero él ya viene de vuelta de todo eso a pesar de su juventud. Ha dirigido al juvenil sevillista, al Sevilla C, ha entrenado con el primer equipo y pese a que a todo el mundo le atrae llegar al fútbol profesional, a Ramón Quintana lo que le apasiona de verdad es la enseñanza en la universidad, en donde imparte clases a los futuros entrenadores y formadores de futbolistas, y su gran ilusión es seguir donde está para hacerlo lo mejor posible y para aportar lo máximo posible a los jóvenes jugadores, que son los que verdaderamente tienen ilusión por llegar a la élite.
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