El presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno, ha considerado este lunes que de "lo que dice" en su instrucción la juez del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, Mercedes Alaya, se "desprende" que el PSOE-A tenía "una gran maquinaria política para comprar favores y, en definitiva, para tener influencias en las propias elecciones autonómicas y municipales".
Así lo ha dicho en una entrevista en 'la Sexta', recogida por Europa Press, al ser preguntado por el hecho de que la Junta pudiera haber dado supuestamente 5,3 millones al exconsejero de Hacienda Ángel Ojeda a cuatro días de las elecciones autonómicas de 2012, algo que para Moreno es "un esperpento más de los muchos que desgraciadamente vemos en Andalucía".
"Hemos visto como un director general se gastaba dinero de los ERE en cocaína, otros que guardaban cientos de miles de euros debajo del colchón o a Ojeda recogiéndolo en un 'porsche' en el juzgado. Esto es un escándalo más, el problema que aquí tenemos es que es un modelo de gestión, el del socialismo andaluz durante más de 30 años, que tiene deficiencias e irregularidades que han posibilitado corrupciones en el entorno del PSOE-A y, por tanto, no es de extrañar esto", ha argumentado al respecto.
Ante ello, ha exigido a la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, que, en primer lugar, "colabore con la justicia" porque "hemos visto situaciones esperpénticas como a la Guardia Civil yendo a la Consejería de Educación a sacar expedientes porque no se colaboraba por parte de la Junta".
"Eso es lo primero, y lo segundo hacer lo que ya le hemos pedido dos veces, un pleno monográfico para que dé toda la información de los ERE y los cursos de formación. Y, después, tomar algún tipo de procedimiento en el partido, porque sorprende que a Ojeda, que está imputado, se le abra expediente de expulsión en el PSOE-A y, sin embargo, a Chaves y Griñán, salga a defenderlo", ha advertido.
Al hilo de esto, Moreno ha señalado que "Chaves y Griñán tienen responsabilidades no sólo institucionales sino orgánicas" en el PSOE y que "es ahí es donde alguna decisión deben tomar" los socialistas. De ahí, que haya pedido también al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que si de verdad quiere "un nuevo tiempo" en su partido "obligue" a Díaz a "que colabore con la justicia y esclarezca estos hechos del mayor caso de corrupción de España".
"Y lo fundamental, que es que dejen de atacar a la justicia. Ha dicho Díaz que la juez Alaya es una inquisidora y Chaves ha dicho hace menos de 48 horas que había una conspiración contra él y todo el Gobierno de la Junta cuando la conspiración ha sido contra todos los andaluces", ha añadido.
En este contexto sobre corrupción, a Moreno se le ha preguntado si el PP está actuando con un "doble rasero" por exigir al PSOE colaboración con la justicia cuando en Génova también el juez dio orden de entrar a por documentación relacionada con la supuesta financiación ilegal del partido y ha negado tal extremo asegurando que "no hay ningún doble rasero" por su parte.
Así, ha explicado que en el PP "siempre que se le ha pedido colaboración con la justicia la ha habido" y que, además, "han sido expulsados (del partido) absolutamente todos los implicados".
DÍAZ NO PODÍA COMPAGINAR LA JUNTA Y EL PSOE
En otro orden de cosas, también ha sido cuestionado sobre por qué criticó que Díaz pudiera compaginar el cargo de presidenta de la Junta con el de líder del PSOE en caso de que se hubiera presentado a las primarias cuando en su partido la secretaria general, Dolores de Cospedal, compatibiliza este cargo orgánico con el de presidenta de Castilla La Mancha y, tras aclarar que tiene una "relación muy fluida" con ella, se ha centrado en aclarar las diferencias que, a su juicio, hay entre ambas dirigentes.
"Estamos hablando de la 'número uno' de un partido, el PSOE-A, que es como si Rajoy fuera presidente del PP Nacional y de la Xunta, y eso es claramente incompatible; además, la señora Cospedal es 'número dos' del PP y Díaz "quería ser la 'número uno'"; en segundo lugar, Cospedal tiene mayoría absoluta; y en tercer lugar, la sede de la Presidencia de Castilla La Mancha está en Toledo a 60 kilómetros de Madrid y Andalucía tiene ocho millones de habitantes y está a 563 kilómetros de Madrid; así que técnica, humana y políticamente era imposible", ha aducido.
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