Esta tarde tomará posesión la nueva junta directiva de la Cámara de Comercio para hacerse cargo de una institución en quiebra, con una deuda que supera los 4’5 millones de euros y con una plantilla, una tercera parte de la que había hace tres años, que no cobra sus nóminas desde hace trece meses, que se dice pronto. Son precisamente ellos los que se convertirán en el termómetro de lo que suceda en los próximos meses y los primeros encargados en validar la gestión de esta nueva directiva, encabezada por Manuel Barrionuevo, que se ha mostrado muy optimista desde el primer momento y que asegura que con 1’5 millones de euros la entidad cameral podría volver a ser viable. Sin embargo, no todos los empresarios lo ven tan claro y el pasado de unos y otros comienza a sobrevolar los mentideros camerales a la espera de los primeros pasos de la nueva dirección. Más allá de enemistades declaradas y de intereses, los de antes y los que pudieran venir, Jaén, la ciudad, los jienenses y los empresarios precisan de la Cámara de Comercio y de una gestión seria, austera y al servicio de quienes pagan las cuotas a pesar de la difícil situación que el sector empresarial jienense atraviesa desde hace años. Como telón de fondo está la venta del edificio de la calle Hurtado, con sus partidarios y sus detractores, pero sobre todo, están los empleados que serán los principales garantes de la gestión que se haga a corto plazo.
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