La cultura es también productiva en términos económicos, no solo sociales, y aquellos estudiantes que crecen en familias con mayores posesiones culturales obtienen mejores resultados académicos y, en el futuro, serán profesionales más productivos.
Esta es una de las conclusiones de un trabajo en el que ha participado la investigadora del Instituto Ingenio, centro mixto de la Universitat Politècnica de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Adela García Aracil, en base a los resultados del informe PISA 2012 de competencia financiera.
El trabajo, en el que también han participado Cecilia Albert Verdú, de la Universidad de Alcalá, e Isabel Neira Gómez, de la Universidad Santiago de Compostela, explora los determinantes del rendimiento académico financiero entre los jóvenes de 15 años de 13 países de la OCDE.
El informe PISA Finanzas para la vida 2012 es el primer estudio a gran escala que evalúa la competencia financiera internacional para estudiantes de 15 años y proporciona información acerca de los conocimiento y habilidades de los estudiantes y su actitud y disposición hacia al aprendizaje en el contexto personal, familiar y escolar.
El estudio concluye que mejorar la cultura que tienen las familias y su participación en las escuelas se traduciría en un aumento de las notas de los estudiantes en las pruebas como PISA.
"Mayor cultura implica mayor rendimiento y, por tanto, un mayor éxito académico, que se traducirá en profesionales más productivos, que pagarán más impuestos y que, a su vez, retornarán en mayor medida esas inversiones culturales", ha asegurado a EFE.
A su juicio, la cultura "también es productiva en términos económicos y no sólo sociales" y afirma que si las familias con mayores posesiones culturales ejercen un papel positivo en la educación, "la solución sería favorecer este aspecto a fin de contribuir al soñado cambio de modelo productivo de la economía".
A través de los resultados obtenidos por los alumnos en las pruebas PISA Finanzas se deduce que, al margen del nivel económico y educativo de los padres, los estudiantes pertenecientes a familias que tienen libros de literatura, poesía y obras de arte en casa obtienen mejores resultados académicos, siendo mayor el efecto de estas inversiones culturales en las escuelas de bajo rendimiento.
Según la investigadora, "este es un elemento a trabajar para lograr la mejora de la igualdad social, ya que mejorar la cultura en las familias con menores posesiones culturales aumenta el rendimiento académico de estos alumnos y permitiría así una mayor cohesión social".
"Una forma de promover el incentivo en el consumo de bienes culturales de tal índole sería a través, por ejemplo, de la bajada del precio del IVA aplicado a estos bienes culturales", explica.
Adela García Aracil también señala que las escuelas influyen en el rendimiento promedio de los estudiantes, y aquellas que ofrecen música o teatro, o actividades de voluntariado, "ejercen un efecto positivo en los resultados de PISA de todos los estudiantes, independientemente de la familia a la que pertenecen".
Asimismo, también debe considerarse el grado de implicación y participación de las familias con la educación de sus hijos, dado que en aquellos centros escolares donde los padres se comunican con los maestros o participan en las actividades de forma voluntaria se obtienen implicaciones positivas sobre el rendimiento de sus hijos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es