El juez y el forense van a exhumar mañana un cuarto cadáver de un bebé presuntamente robado en Sevilla, correspondiente a un parto que tuvo lugar en 1998.
Fuentes del caso han informado a Efe de que la exhumación se llevará a cabo en un cementerio de la provincia, que no han revelado para respetar la intimidad de los padres, y es uno de los pocos casos en los que el recién nacido fue enterrado de forma individual y por lo tanto podría ser posible hacer un análisis de ADN, en caso de que lo permita el estado de los restos.
Hasta ahora solo se han llevado a cabo otras tres exhumaciones en Sevilla, ya que la mayoría de los casos denunciados corresponden a bebés que fueron enterrados en fosas comunes, según las citadas fuentes.
Después de tres años de investigaciones a cargo de un equipo de la Brigada de Homicidios de la Policía, el fiscal especial designado ha archivado un centenar de denuncias por bebés robados y solo mantiene cuatro o cinco casos abiertos, han informado a Efe fuentes de la Fiscalía.
En estos años, los investigadores han entrevistado a médicos que ejercieron en los años 60 y han rastreado el Registro de Autopsias, los Libros de Bautismo, el Archivo Histórico de la Universidad o el Legajo de Abortos del Registro Civil.
Un problema añadido en Sevilla es que la mayoría de denuncias se refieren a bebés nacidos en el Hospital de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía, que se cerró en 1971 y cuyos archivos fueron repartidos entre otros hospitales y la Diputación provincial, de quien dependía.
Además, la mayor parte de los fetos prematuros o recién nacidos que morían en el parto terminaban en fosas comunes, lo que hace "totalmente inviable la individualización de los restos", según los investigadores.
En los pocos casos de tumbas individuales resulta muy difícil extraer ADN porque los huesos de recién nacidos no están calcificados y hay "mínimas posibilidades de encontrar células intactas", según las citadas fuentes.
En noviembre de 2012 se llevó a cabo la tercera exhumación de este tipo en la provincia de Sevilla, en la que participaron el juez, el fiscal y los forenses, correspondiente a un niño presuntamente nacido en 1992 y enterrado en un cementerio de la provincia.
Los restos hallados fueron muy escasos y no sirvieron para demostrar la filiación con los padres, al igual que había ocurrido en octubre de ese año con el cuerpo de otro niño supuestamente nacido en 1974.
La primera exhumación de Sevilla se llevó a cabo en julio del 2011 y dio resultado negativo ya que en el lugar había restos de numerosos fallecidos y ninguno pudo ser identificado.
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