Cinco ráfagas que terminaron con goles de Giroud, Matuidi, Valbuena, Benzema y Sissoko dieron hoy a Francia su segunda goleada en el Mundial, esta vez por 2-5 ante Suiza, que así pavimenta toda una autopista hacia los octavos de final desde el grupo E.
El contencioso duró en realidad los dos minutos que necesitaron Olivier Giroud y Blaise Matuidi para quebrar a los 17 y 18 minutos la resistencia de Diego Benaglio quien, pese al sacrificio, evitó al menos cuatro oportunidades de gol más.
Giroud marcó el centésimo gol de Francia en mundiales y Benzema, que hoy fue un músico más en un elenco que jugó como toca una sinfónica, firmó el tercer tanto en su primera Copa del Mundo.
Francia tiene la selección más goleadora del Mundial, con ocho tantos en dos partidos y Benzema acompaña ahora en la cima de los goleadores al alemán Thomas Müller y los holandeses Robin Van Persie y Arjen Robben.
Y podría, incluso, haberlos superado, puesto que falló un penalti y le fue anulado un gol desde fuera del área, porque el árbitro consideró que había pitado antes de que el balón cruzase la línea de gol.
En el debut, Francia vapuleó por 3-0 a Honduras y por ello concluye la segunda jornada solitario en la cima del grupo E con seis puntos a la espera de lo que más tarde hagan los centroamericanos frente a Ecuador, que debutaron con derrotas.
A pesar de recital de los bleus, Suiza, que a este partido llegó tras haber ganado 'in extremis' a Ecuador, ahora tendrá que definir su suerte en la última jornada frente a Honduras.
En un primer tiempo que fue de entero dominio francés, Mathieu Valbuena abrió el camino de la goleada antes del descanso, a los 40 minutos.
El segundo tiempo, produjo en los primeros minutos un arreón de la formación suiza sobre la portería de Hugo Lloris pero la mala puntería de Seferovic y Mehmedi impidió que la ventaja se recortara.
A los 67 minutos, Karim Benzema sacó uno de sus recursos técnicos más depurados con un remate venenoso que sorprendió a Senderos. Y de nuevo apareció Francia como un huracán para asolar a los pupilos de Ottmar Hitzfeld.
Moussa Sissoko puso la puntilla a los 73 y cuando todo parecía caso juzgado, de la nada apareció Suiza para recortar.
Blerim Dzemaili aportó el primer gol de tiro libre en el Mundial a los 81 minutos y, seis minutos después, con un remate de primera, sin dejar caer el balón al césped, Granit Xhaka, dejó la cuenta en 2-5, el más abultado resultado en lo que va del torneo.
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