La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, considera "injusta", "electoralista" y "un puro maquillaje" la reforma fiscal aprobada por el Gobierno central, donde "van a bajar los impuestos a las rentas altas casi el doble de lo que le van a bajar a las rentas medias y bajas". En declaraciones a los periodistas tras escuchar la rueda de prensa del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, sobre la reforma fiscal, la consejera lamenta que "proporcionalmente pagarán menos impuestos las rentas altas que las rentas bajas", algo que "va en la línea ideológica y de valores del PP pero no coincide con el Gobierno de progreso de Andalucía".
La consejera efectuó una primera evaluación con los primeros datos que conocen de la reforma fiscal, donde lamenta que el planteamiento sea "extraordinariamente electoralista y de maquillaje".
En ese sentido, apunta que ante estas medidas planteadas, "los españoles vamos a pagar más impuestos tras la llegada del Gobierno de Rajoy con las subidas previas y tras esta reforma fiscal de lo que veníamos pagando con el Gobierno de Zapatero". "El PP permanentemente enarbola la bandera de la bajada de impuestos pero tras la reforma fiscal, pagaremos más impuestos de lo que veníamos pagando con el gobierno socialista".
Asimismo, considera "profundamente regresiva" la reforma que se plantea, toda vez que "las clases más altas deben contribuir más que las de renta baja, pero con esta reforma se consigue que la bajada de impuesto beneficie a las rentas más altas, de manera que a las rentas más altas se les baja el doble los impuestos de lo que se le baja a las rentas medias y pequeñas".
"Las clases trabajadoras soportan con mayores cargas la crisis económica y con las aportaciones que deben hacer vía impuestos a los ingresos de las administraciones y los ingresos de los Presupuestos Generales del Estado, pero con esta reforma, se le rebaja el IRPF siete puntos a las rentas altas y cuatro puntos a las rentas bajas, algo profundamente injusto", se lamenta la consejera, quien recuerda que "cualquier modelo fiscal debe perseguir que aquellos capitales más altos paguen más impuestos que la clase media y asalariada".
Montero ha tildado de "ajuste estético" las propuestas presentadas, que ofrecen al ciudadano una "falsa apariencia de bajada de impuestos, que se verá que no es tal cuando en 2016 los ciudadanos se enfrenten a la declaración de la Renta; habrá una falsa apariencia de que se tiene más capacidad económica al mes, pero cuando se ajusten las cuentas con Hacienda y tengan que someterse a la declaración se dará cuenta de que estos titulares de prensa no se corresponden con la realidad, pero entonces Montoro espera ya que se hayan celebrado elecciones".
La consejera ha lamentado que no se puede hablar de una "verdadera" reforma fiscal, sino que se trata de una "marea de cifras confusa de corte electoralista que no aclaran nada sobre en qué tramos afectará a los ciudadanos la bajada de impuestos ni aborda en profundidad el problema de los ingresos públicos de las administraciones".
Asimismo, ha rechazado que tampoco se aborde el problema ni ninguna medida de lucha contra el fraude fiscal, sino que simplemente se publicarán listas de morosos pero sin medidas que permitan "aflorar" la economía sumergida que elude al Fisco. Agrega que el ministro "ha dicho una obviedad, como ha sido adherirse a las normas internacionales en materia de transparencia fiscal".
"Desde que gobierna el Partido Popular la subida de estos impuestos totaliza más de 34.000 millones de euros", ha subrayado Montero, que también apuntaba a una pérdida de progresividad en Sociedades que "beneficia exclusivamente a las grandes empresas". Así, el tipo general se reduce del 30 al 25 por ciento, mientras que no se produce ninguna bajada del gravamen para las pymes, que suponen el 90 por ciento del tejido productivo de Andalucía.
En ese sentido, lamenta que "no se plantee ningún tipo de rebaja de impuestos a las pequeñas y medianas empresas, no se les toca el tipo", algo "extraordinariamente injusto, pues las pymes tienen menos capacidad, menos músculo financiero y menos acumulación de capital".
De esta forma, lamenta que "se sigue primando a las grandes empresas frente a las pymes que conforman la mayoría de la base productiva".
Montero ha criticado que el ministro no haya comentado nada de la financiación autonómica ni de cómo va a afectar las reformas fiscales al conjunto de las comunidades, de forma que, según ha explicado, "nos ha dejado emplazado a los futuros debates sobre el modelo de financiación, pero no parece que dentro de la reforma fiscal se haya tenido en cuenta que las comunidades autónomas somos las que prestamos los servicios básicos, como sanidad, educación o servicios sociales y dependencia".
FALTA DE INFORMACIÓN
Lamenta que en la rueda de prensa "tediosa", las comunidades "no conocen qué impacto va a tener la reforma fiscal cuantitativamente en los ingresos de la Comunidad, teniendo en cuenta que son éstas las que más han aportado a la reducción del gasto y al mantenimiento del objetivo de déficit". Ha expresado su deseo de que "en estos momentos de recuperación las comunidades pudieran beneficiarse del incremento de recaudación que previsiblemente acompaña al modelo planteado".
Considera que la reforma "en profundidad" de la fiscalidad de un país "debería perseguir el consenso con las comunidades autónomas si tiene vocación de permanencia; se debería haberlo contado previamente a las comunidades e incluso al PSOE".
Por ello, a su juicio, parece una reforma que "busca salvar este período electoral, que parezca que se bajan los impuestos a los ciudadanos", pero asevera que "realmente la subida en los últimos años no se verá compensada con esta reforma claramente insuficiente".
La consejera ha reconocido que no sabe cómo se comportarán las administraciones en relación con los ingresos, y ha advertido de que las comunidades "no podemos seguir practicando una política de bajada del gasto sin repercutir a los servicios esenciales".
"Montoro lo deja todo en el aire y solo apunta que habrá mayor recaudación, aunque ésta no la comparta con las comunidades", se lamenta la consejera, que espera que la próxima semana puedan leer "la letra pequeña" cuando tengan el texto definitivo.
Tras apuntar que "quedan en el aire algunas materias como el hecho de que no sepamos si se desgravarán las indemnizaciones por despido", espera que en el orden del día del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) se incorpore la reforma fiscal, donde "nos informarán de lo ya aprobado, pues no hemos sabido nada con antelación, a pesar de que se lo han mandado a los agentes sociales".
"No creemos que las comunidades seamos menos, pero no podremos tener una propuesta que nos permitan modificar, sino algo ya aprobado, aunque haremos nuestras aportaciones", ha agregado la consejera, quien ha reiterado que la Junta no incrementará los impuestos pese a dicha reforma.
Lamenta que las comunidades "no saben de qué manera puede afectarnos en la práctica, suponemos en las entregas de anticipos a cuenta, pero la reforma fiscal tiene un impacto director en la financiación de las comunidades autónomas, que sólo tienen un 10 por ciento de margen propio en materia de tributos", de forma que esta reforma "nos da de lleno, pero estamos siendo convidados de piedra".
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