El lehendakari, Iñigo Urkullu, asistirá al acto institucional de proclamación de Felipe VI como Rey de España, que se celebrará el 19 de junio en las Cortes Generales, desde una posición "crítica y constructiva", y con el objetivo de "significar la necesidad de un nuevo modelo de Estado". El lehendakari, además, ha destacado que existe una "demanda generalizada y arraigada para constitucionalizar el derecho a decidir", y ha reiterado la necesidad de llevar a cabo una consulta "pactada" y de que el Estado español respete "el hecho diferencial vasco"
Urkullu ha respondido, de esta forma, durante el pleno de control que celebra este viernes el Parlamento vasco, a sendas preguntas de UPyD --sobre su posible asistencia a la proclamación de Felipe VI-- y del PP y UPyD, que le han pedido explicaciones sobre el modelo de Estado que propone.
El parlamentario de EH Bildu Oskar Matute ha denunciado que el reinado de Felipe VI "da continuidad a una dinastía" establecida por Francisco Franco, y ha lamentado que el lehendakari acuda a la "farsa" de "una sucesión por vía seminal" y llevada a cabo "de espaldas a la sociedad".
El presidente del Gobierno autonómico ha afirmado que aún no ha recibido la invitación oficial para acudir a la ceremonia. No obstante, ha confirmado que participará en el acto institucional que se celebrará en las Cortes Generales, pero no en las ceremonias de sanción, desfile y celebración que se celebrarán antes y después del mismo.
Urkullu ha enmarcado su presencia en dicho acto en sus "responsabilidades" como lehendakari, y ha explicado que si se tratase de una decisión "personal", probablemente actuaría de una forma "diferente". "Cada uno tiene sus puntos de vista y pensamientos personales, pero como lehendakari tengo mi responsabilidad institucional", ha indicado.
"MEJORAR" RELACIONES
El lehendakari ha recordado que en su toma de posesión juró "cumplir con lealtad y respeto" sus obligaciones. "Debo un respeto a las instituciones como representante principal de Euskadi; por tanto mi responsabilidad es mantener y desarrollar las relaciones institucionales y también trabajar para mejorarlas o modificarlas", ha añadido.
El presidente del Gobierno autonómico ha afirmado que no va a "perder esta oportunidad" y que participará en el acto "desde la representación y el respeto institucional". Además, ha afirmado que actuará con "cortesía y el respeto" ante una "decisión política para la que no hemos sido consultados ni tenidos en cuenta". "Ni hemos participado ni somos partícipes ni partidarios", ha afirmado, en referencia al proceso desarrollado tras la abdicación de Juan Carlos I.
Urkullu ha explicado que el PNV lleva "35 años aprovechando las oportunidades" que se presentan y "trabajando desde el acuerdo para defender el autogobierno de Euskadi y su desarrollo". "No ha sido fácil ni lo será, pero hemos logrado avanzar y lo seguiremos logrando", ha afirmado, para añadir que se actuará en todo caso "con respeto y con responsabilidad", y "sin participar en celebraciones que no compartimos". En este sentido, ha explicado que "mantener una relación no quiere decir aceptar la situación".
"Mi presencia querrá significar también la necesidad de un nuevo modelo de Estado. Plantearé mi presencia en Madrid con un carácter crítico constructivo. Es una nueva oportunidad de proponer las reformas profundas que son necesarias; y mientras haya la mínima posibilidad de diálogo y de acuerdo, y a ello ayude el respeto institucional, merece la pena explorarlo. Cuando no la haya, entonces hablaremos de otras cosas", ha afirmado.
QUIROGA
Urkullu también ha respondido a una pregunta de la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, en relación a su propuesta para alcanzar un acuerdo con el Estado español respecto al estatus político de Euskadi. Quiroga ha denunciado el "doble juego" del PNV en relación al debate soberanista, una actitud de la que ha afirmado que "daña" a los vascos, y ha reclamado a Urkullu que "defina" una postura clara en este asunto.
El lehendakari ha insistido en su propuesta para "establecer un sistema de garantías y de verdadera bilateralidad" en las relaciones entre Euskadi y el Gobierno central, así como en la necesidad de dar cauce al "desarrollo y respeto de decisiones democráticas" adoptadas por el Parlamento vasco.
"Está en manos de todos abrir el camino político a estos criterios", ha afirmado, tras lo que ha recordado que en la Cámara autonómica se ha constituido una ponencia específica para debatir sobre un posible cambio del sistema de autogobierno. Urkullu ha confiado en que el trabajo de este foro "se sustancie en una propuesta institucional que sea ratificada por la sociedad vasca y respetada con todas las garantías", y ha reiterado la disposición del Gobierno autonómico para "contribuir al acuerdo para un nuevo estatus político".
El lehendakari ha rechazado equiparaciones con la situación de Cataluña o Escocia, aunque ha afirmado que si Escocia y Reino Unido han acordado la celebración de un referéndum sobre la independencia de la primera, "nosotros también podemos hacerlo".
Urkullu ha recordado a la líder del PP vasco sus habituales alusiones a la necesidad de "adecuar" las políticas de este partido a la situación generada tras el cese del terrorismo de ETA. "Habla usted, señora Quiroga, ¿pero qué es lo que hace? No responde a los emplazamientos, no presenta un proyecto para Euskadi. Habla y no hace", ha añadido.
El presidente del Gobierno autonómico ha denunciado que el Estatuto de Gernika "sigue estancado" y ha criticado la falta de "voluntad" del PP para "cumplirlo". "Usted conoce la necesidad de actualizar el autogobierno, de garantizar la bilateralidad efectiva. Conoce la demanda generalizada arraigada para constitucionalizar el derecho a decidir", ha manifestado.
MANEIRO
Por su parte, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha criticado los proyectos que sólo "levantan fronteras" y crean "división". Además, ha reclamado al lehendakari que aclare si, en sus planes respecto a un posible cambio de modelo de autogobierno "va a respetar la legalidad".
El presidente del Ejecutivo autonómico ha manifestado que "llevamos demasiado tiempo inmersos en un profundo contencioso político que ha ido alimentando una insatisfacción colectiva" en la sociedad vasca. Por ese motivo, ha defendido la importancia de encontrar una "solución" para "la nación vasca del siglo XXI", y ha considerado que este proceso debe pasar por "el respeto a la voluntad de la sociedad vasca expresada por los mecanismos de las sociedades democráticas avanzadas".
En este punto, ha aludido a la utilización de la herramienta de la consulta ciudadana, una fórmula que el PNV ya planteó en su programa electoral de los últimos comicios autonómicos, como vía para ratificar un posible cambio de estatus político de Euskadi. "La consulta a la ciudadanía es una exigencia política y democrática siempre que se propone una modificación sustancial del marco de convivencia", ha indicado.
De todas formas, ha precisado que se trata de un mecanismo que debe cumplir determinadas condiciones, entre las que ha citado "pactar las condiciones" para que se lleve a cabo. Este requisito, según ha dicho, es esencial para preservar el carácter "integrador" de la consulta, así como la "viabilidad" de la misma. El lehendakari, además, ha reiterado que el objetivo de una eventual consulta sería lograr "una mayor adhesión" ciudadana que la obtenida por el actual Estatuto de Autonomía.
"Tenemos una oportunidad genuina para alcanzar la normalización política. El reto colectivo de esta sociedad es alcanzar un nuevo marco de relación con el Estado, desde el reconocimiento del hecho diferencial vasco", ha indicado.
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