El equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Jaén sigue sorprendiendo en ocasiones con manifestaciones como la del superávit municipal de más de cinco millones de euros. Y es que en lo que a las cuentas se refiere pasa como con las elecciones, que no hay más que coger los datos y leerlos con la mayor subjetividad posible, que detrás estan los ciudadanos que son olvidadizos y un tanto cortos, por no utilizar palabras que molesten más la atormentada alma de los vecinos de esta ciudad. El caso es que debemos frotarnos las manos los jienenses porque con ese superávit la micropolítica municipal va a dar paso a escuadrones de palas escavadoras que dignifiquen el paisaje urbanístico de la ciudad. Ayer no había dinero ni para pagar las nóminas de los empleados, no digamos los atrasos de los bomberos, ni las indemnizaciones por expropiaciones, y hoy nos sobran cinco millones. En fin. Y entre millón y millón la decisión de que se retirará la candidatura de la Catedral de Jaén para optar a ser Patrimonio Mundial, tomada desde el momento en que se destapó el informe desfavorable de ICOMOS, que ya lo conocía el Ayuntamiento hacía días, pero que no decía esta boca es mía esperando el trago de las elecciones europeas, se aplaza a una reunión para revestirla de boato y colocarle un lazo negro de luto con bordados verde esperanza. Ni el ministro se reunió con el alcalde ayer, imagínense el apoyo del Gobierno central a nuestra Catedral. Lo de Burgos será otro cantar.
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