El centro de Salud de Montequinto, la barriada de Dos Hermanas en la que se ha desatado una gran alarma debido a las arañas pardas y sus posibles picaduras, ha emitido un comunicado en el que recuerdan que las picaduras de insectos son frecuentes en esta época del año, que no existe constancia de la existencia de arañas peligrosas en nuestro país y pide “sentido común” si hay lesiones dolorosas o que evolución desfavorable.
En un comunicado, facilitado a Viva Sevilla por Dos Hermanas Info, el equipo sanitario deja claro que ninguno de sus miembros “hemos detectado lesión alguna de gravedad, atribuible a la picadura de arañas u otros artrópodos desde hace años”, además de dejar claro que los medios no se han puesto en contacto con ellos para “evaluar la mera existencia o dimensiones de esta supuesta plaga”.
Aclaran que la única especie del género “loxosceles” presente en la península, es la “Rufescens” también llamada “araña marrón”, “araña violín” o “de los rincones”, especie huidiza, que sólo ataca cuando se ve acorralada y cuya infrecuente picadura solo produce reacciones relevantes en personas especialmente sensibles. Sus lesiones no alcanzan “ni con mucho” la de especies más peligrosas como la Laeta o la Reclusa, de la que no se tiene presencia en España “y menos en Montequinto.
Los responsables del centro consideran que la alarma creada procede “de la ignorancia, la confusión y el mal uso de las nuevas herramientas informáticas” y pide más responsabilidad a los medios de comunicación, recordando que las picaduras de insectos y arácnidos son muy frecuentes en verano “y lo van a seguir siendo, pero su relevancia sanitaria es casi nula, salvo en el esporádico caso de las personas con auténtica alergia”.
Añaden además que la Plataforma ciudadana de Montequinto ya ha recibido información detallada al respecto por parte del Epidemiólogo del área del hospital de Valme, responsable de la Salud Pública de la zona, y “esperamos que esta información adicional contribuya a volver las aguas a su cauce”.
El comunicado finaliza con unas normas básicas para actuar ante las picaduras de antrópodos, como es el uso de repelentes e insecticidas, mantener normas básicas de higiene y limpieza en los domicilios y el uso de guantes de jardinería.
Añaden que, en caso de producirse una picadura, debe limpiarse la zona afectada, usar analgésicos y antihistamínicos según necesidad. Recomiendan procurar la captura del causante de la picadura si éste es identificado y desconocido, además de usar el “sentido común” y acudir a un centro sanitario si la lesión es muy dolorosa o la evolución es desfavorable.
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