Así respondió el ministro del Interior al ser preguntado en la sesión de control al Gobierno en el Congreso por el diputado del PP Ricardo Tarno sobre las actuaciones que se han llevado a cabo tras la desaparición de esa droga en los calabozos de esa Jefatura.
Rubalcaba calificó a la Policía de honesta, profesional y eficaz y dijo que es la primera interesada en resolver un asunto que afecta a su credibilidad.
El diputado del PP dudó sobre si el ministro se puede seguir fiando del director general de la Policía, Francisco Javier Velázquez, después de que éste dijera en noviembre que no estaba lejos el esclarecimiento del suceso.
De la misma forma, Tarno acusó al ministro de ser "muy imprudente" por haber asegurado el pasado mes de diciembre que confiaba en que la investigación daría resultados pronto.
El diputado popular insistió en que este "escándalo está saliendo gratis a su Ministerio", especialmente al delegado del Gobierno en Andalucía, máximo responsable de las Fuerzas de Seguridad en esa Comunidad.
Según Rubalcaba, el "imprudente" es el diputado popular por preguntar por una causa que el juez ha declarado secreta y que lo está "para esta Cámara, para el ministro del Interior y para el conjunto de los investigados".
El ministro pidió al PP que "no hagan trampa" ya que "les gusta ese juego: si la policía lo hace bien, viva la policía, y si lo hace mal, muera el Ministerio".
El robo de más de cien kilos de droga, entre cocaína y heroína, de los depósitos de la Jefatura de Policía de Sevilla se descubrió en mayo pasado y los autores sustituyeron la droga por polvo blanco de similares características. El robo está siendo investigado por la Unidad de Asuntos Internos.
Nuevo juicio vinculado al robo en la Jefatura
Por otra parte, la Audiencia de Sevilla celebra la próxima semana uno de los juicios afectados por el robo de cien kilos de droga en la Jefatura de Policía, en el que ha desaparecido la cocaína intervenida y donde un tercer contraanálisis ha arrojado notables diferencias de pureza.
El acusado R. H. F, que se enfrenta a 12 años de cárcel, fue detenido el 8 de febrero de 2008 en el aeropuerto de Sevilla con unas máquinas de amasar procedentes de Brasil, en cuyo interior había cinco kilos de un polvo que el laboratorio de la Policía identificó como cocaína, aunque el análisis oficial de la Delegación del Gobierno determinó un tiempo después que era harina.
Ello obligó a dejar en libertad, en diciembre de 2008, al presunto traficante, a la espera de un tercer análisis realizado sobre las muestras de control que se toman de todos los alijos.
Fuentes del caso dijeron a Efe que este tercer análisis ha identificado la sustancia como cocaína, pero su pureza ha pasado del 72 por ciento que arrojó el primer análisis de la Policía al 37 por ciento.
Por ello, la defensa del imputado ha anunciado a Efe que va a impugnar esta analítica y va a solicitar el próximo jueves la absolución de su cliente, porque la única explicación de esta discrepancia en los análisis es que las muestras no pertenecen al mismo alijo.
Han explicado que, con el paso del tiempo y debido a la pérdida de agua, la única modificación posible es que la pureza aumente, pero nunca que disminuya.
Este es uno de los sumarios afectados por el robo de más de cien kilos de cocaína y heroína que se encontraban depositados en los sótanos de la Jefatura de Policía de la avenida Blas Infante de Sevilla, que los ladrones sustituyeron por polvo de similares características.
El robo fue descubierto en mayo de 2008 y desde entonces la Unidad de Asuntos Internos de la Policía lo investiga, sin éxito, pues los únicos que tenían acceso a los depósitos eran los agentes de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO).
Desde que quedó en libertad, el acusado en este juicio se ha estado presentando ante un juzgado de Palma de Mallorca, donde reside, y el próximo jueves acudirá al juicio fijado en la Sección Tercera de la Audiencia sevillana, afirma su defensa.
R. H. F. sostiene que iba a poner un negocio de churros y para ello compró unas máquinas de amasar, lo que explicaría la presencia de harina en su interior.
Estas máquinas fueron interceptadas en el aeropuerto de Sevilla en un vuelo procedente de Brasil, vía Lisboa.
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