Termina la Semana Santa pero comienza una nueva pasión en La Isla. La pasión que tienen algunos por levantar la calle Real y la que padece la ciudadanía de San Fernando con tantas obras en el mismo sitio. Cuatro o cinco meses durarán los nuevos trabajos en la principal calle de la ciudad para construir un carrilito por el que tendrán que pasar los coches sin pisar las losetas.
Es la solución que se considera más acertada en estos momentos, seis años después de comenzar las obras, para dejar atrás el eterno problema de las losas levantadas, algo normal para una calle que se pensó semipeatonal, se hizo peatonal para que luciera más y el nuevo gobierno popular, en contra del trazado del tranvía, dejó que se convirtiera en una viña sin vallado en lo que a tráfico se refiere.
Ahora, el gobierno municipal y los responsables de la Junta de Andalucía parece que han llegado a un punto intermedio. Esto es, regular el tráfico por parte del Ayuntamiento para que pase el número de vehículos que se considere imprescindible y poner un refuerzo en la calle.
El refuerzo en cuestión son dos carriles de un material distinto y más resistente que irá aislado de las losetas y que descansará directamente sobre la plataforma tranviaria. Eso supondría, en el caso de que se respete esa franja por los conductores, que el peso de los vehículos no recaería sobre la solería.
Igualmente se van a reconstruir los pasos perpendiculares con adoquinado de forma que no se levante el piso cada mes y dure lo que normalmente duran los suelos con ese tipo de materiales.
La obra -por si a alguno no le suena- se va a hacer por tramos y sólo nombrar la forma en que se quiere hacer ya levanta las carnes de los comerciantes de la calle Real, como se vio en la comparecencia que tuvieron el delegado territorial de Fomento, Manuel Cárdenas y el alcalde de San Fernando, José Loaiza en el Centro de Congresos convocados por la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León.
Por tramos se iba a hacer la obra allá por el mes de septiembre de 2008 y por tramos se hizo, sólo que a los pocos meses se iban sumando tramos nuevos sin estar terminados los anteriores, con lo que toda la calle terminó levantada. Toda menos un trozo que se arregló para enseñarlo a una ciudadanía cada vez más enfadada con los derroteros que llevaban los trabajos. Y después de enseñar cómo iba a quedar, se volvió a levantar porque se habían olvidado de cosas que había que poner.
Los empresarios ya mostraron su miedo por las nuevas obras y no se conoce aún cómo se organizarán los trabajos. Lo cierto es que hay fechas que se tienen que respetar en el tramo entre la Alameda y Capitanía, como los meses de verano y finales de septiembre.
Mientras tanto, las fechas para que comiencen las pruebas con el prototipo -que también será para enseñarlo y que la gente se vaya acostumbrando- serán a finales de año, no se sabe si en plenas navidades junto al tren de Acosafe.Y es que de fechas no habla nadie. Y menos de fecha de terminación de obras. Entre otras cosas porque los políticos saben que no se las va a crer nadie, vistos los antecedentes del proyecto.
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