Huelva

Tóxicos compañeros de piso

Un estudio de la Universidad de Huelva revela las partículas nocivas que forman parte del polvo que habita en las casas

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  • Analizando los gráficos -

Convive con nosotros, está en todos los rincones y es un indestructible compañero de vivienda. El polvo, un inseparable cuyo compuesto está cargado de elementos tóxicos que comparten el día a día doméstico.
Así lo ha demostrado un estudio de la Universidad de Huelva que revela las partículas nocivas que dan forma al polvo que habita en las casas onubenses. La investigación forma parte del trabajo fin de máster de Raquel Torres y ha sido impulsado por la Unidad Asociada UHU-CSIC de Contaminación Atmosférica, cuyo investigador principal, Jesús de la Rosa, resume para Viva Huelva las conclusiones iniciales de este pionero análisis.
Para la ejecución del proyecto, se tomaron muestras de polvo en un total de 74 viviendas de la capital onubense (además de otros municipios para establecer comparativas) y se demuestra que  son muchos los elementos tóxicos que se cuelan en nuestras casas.

Los elementos y su origen
La investigación se ha llevado a cabo sobre  50 elementos de la tabla periódica, tomando como referencia el trabajo sobre la composición química del suelo de Huelva realizado en 2011 por el investigador Marco Tulio Guillén. Los investigadores partieron de la idea, como explica De la Rosa, de que el polvo doméstico “es un trazador pasivo de la calidad del aire”. Así, en lo que a Huelva se refiere, queda de manifiesto que en las viviendas entran partículas tóxicas procedentes de manera natural de la arcilla que compone el suelo, de la actividad del tráfico, del patrón geoquímico presente en el aire onubense y de lo que hay en los suelos de origen industrial.
      De esta manera, la naturaleza empuja a nuestras casas elementos como el calcio, el potasio o el aluminio.
     Por su parte, el tráfico (culpable de la mayoría de los invasores tóxicos de las viviendas onubenses) arrastra de puertas para adentro elementos como el antimonio, el estaño, el cobre, el zinc, el bario y/o el hierro.
   De su lado, los componentes que lleva consigo la actividad industrial química en Huelva y su entorno también son compañeros de piso. Así, de lo procedente del aire y suelo de origen industrial el polvo doméstico tiene muestras de elementos tóxicos como selenio, arsénico, bismuto, cobre y cadmio, entre otros.
   A este desglose de las conclusiones iniciales, De la Rosa aclara que hay elementos “de los que no tenemos claro aún su origen”.

Zonas
Otro de los aspectos reseñables de las conclusiones iniciales de esta investigación está en la delimitación por zonas de una mayor o menor concentración de partículas. Así, según explica Jesús de la Rosa, los elementos naturales están en las casas de toda la ciudad, así como los procedentes del tráfico, aunque, como es normal, estos afloran más en aquellas zonas con mayor trasiego de vehículos.
     Sin embargo, en lo referente a los elementos de origen industrial son las casas de la zona este (barrios como Isla Chica, Matadero, Polígono San Sebastián...) las que más lo tienen, por encima significativamente de la zona centro-occidental de la capital onubense.
   “Seguimos investigando y queda mucho trabajo por hacer”, concluye De la Rosa, que expondrá las conclusiones en julio en el Congreso Ricta 2014 a celebrar en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.

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