Lo tiene claro Paquete Higuera: “Es una de las pocas oportunidades que nos quedan para sumar los tres puntos ante un rival directo y tomar aire, especialmente si tenemos en cuenta que aún tenemos un partido menos. Lo vamos a intentar con todas nuestras fuerzas, igual que todos los domingos, a ver si es posible que de una vez por todas cambie la suerte”. Tendrá que cambiar algo más que la suerte. El equipo se tendrá que hacer fuerte atrás, deberá intentar llegar y, sobre todo, ver la manera de hacer goles. Al Xerez le cuesta un mundo hacer goles y sus fallos defensivos le están condenando. Higuera sabe que el equipo se juega su ser o no ser deportivamente hablando, que institucionalmente también aunque esa sea harina de otros comentarios que se sucederán a medida que se vaya oteando el horizonte del 12 de mayo y los pasos que se den por un sitio u otro. Higuera también se juega su prestigio de técnico que se ha iniciado en la aventura de los banquillos. Sabe que no es bueno que el equipo, a pesar de sus muchísimas limitaciones, se vaya al pozo de la Primera Andaluza y además con el agravante de que, bajo su mandato técnico, no ha ganado un solo partido. Queda luchar, trabajar sobre el campo técnica, táctica y físicamente y, yo dirías, que hasta rezar, porque el equipo se va a encontrar on un ambiente enrarecido, pero es algo lógico. La Palma se juega su permanencia y lo normal es no llegar a un partido de estas características con las urgencias que llega un Xerez que se juega la misma vida. Vamos a ver qué noticias llegan desde La Palma. Si son negativas, la temporada desgraciadamente habrá terminado de la peor manera.
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