El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, reconoció ayer el importante papel que desempeñan las hermandades y cofradías en la Iglesia local, coincidiendo precisamente con el inicio de la Cuaresma. En una entrevista concedida al programa Luz de Pasión, que semanalmente se emite en Ondaluz Jerez Televisión, el prelado admitió que “gracias a las hermandades” todavía es posible “hablar de Cuaresma”, reconociendo que “no se entendería” este tiempo litúrgico en Andalucía sin la aportación que realizan las cofradías.
En este sentido, consideró “una virtud” de las hermandades el papel asumido en un tiempo marcado por la “secularización” de la sociedad, convirtiéndose “en una luz” frente a un pueblo cada vez más alejado de cualquier vivencia religiosa.
Por el contrario, advirtió de las “carencias” que a su juicio existen en el seno de las propias cofradías en lo que respecta a la formación y a la “profundización” de la Fe, algo en lo que “hay que seguir insistiendo”.
Con todo, y ante la posibilidad de que las hermandades pudieran banalizar el tiempo litúrgico que ahora se inicia, monseñor Mazuelos invitó a los cofrades a “hacer un diagnóstico diario” de su Fe, a poner a Cristo “en el centro” de todo y a “tomarse en serio la Cuaresma”. No en vano, se trata del tiempo que permite a los cofrades “prepararse para ese momento que les da razón de ser”, en alusión a la estación de penitencia y la celebración de la Pascua.
El Sábado Santo
La erección canónica de nuevas hermandades ha reabierto el debate de la recuperación del Sábado Santo como jornada procesional. El obispo lo tiene claro. “A partir de las dos de la tarde tenemos que preparar la Catedral para vivir la Pascua de Resurrección, que también se vive con intensidad en colegios y en conventos. Esa es nuestra razón de ser. Si alguien quiere sacar una cofradía por la mañana, que la saque; pero a las dos de la tarde estamos preparando ya la Pascua”, afirmó.
Monseñor Mazuelos no es ajeno a los debates que se generan anualmente alrededor de la organización de la Semana Santa, en general; y de la Carrera Oficial, en particular. “No es misión del obispo organizar la Carrera Oficial; así que no me voy a meter por dónde van o vienen las cofradías, porque esa cuestión compete al Consejo. La Carrera Oficial podrá variar siempre y cuando no afecte a la armonía y al bien discurrir de todas las hermandades. Este año todavía no he recibido ninguna queja. Sé que se está haciendo una reforma y lo que pido es que no se perjudique a ninguna hermandad”, zanjó.
En apenas unas semanas, monseñor Mazuelos decretará la erección canónica de una nueva hermandad, la de Bondad y Misericordia, con sede en el Santuario de San Juan Grande.
El prelado pide a estos jóvenes “eclesialidad, amor a las Escrituras y que estén dispuestos a dar testimonio de su Fe allí donde están”. Además, justificó la fundación de hasta cinco nuevas cofradías desde el inicio de su episcopado.
“Eran árboles que habían comenzado a dar frutos y había que reconocerlos. Han respondido a nuevas realidades eclesiales, porque se han incrementado los barrios y la población se ha desplazado”, explicó.
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