San Fernando

Abrir las puertas al campo

Si se trata de hacer algo importante con Camarón va a hacer falta la colaboración de gente de mente abierta.

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Lleva toda la razón del mundo el alcalde de San Fernando, José Loaiza, cuando asegura que lo principal para que el Museo de Camarón sea una realidad está a punto de conseguirse una vez que se firme el convenio entre el Ayuntamiento y la familia de José Monje Cruz. Nada es posible sin la realidad palpable del mito, nada es visitable sin nada que enseñar.

Sabiendo de las dificultades que han debido de sortear -al fin y al cabo han pasado 22 años  desde la muerte del cantaor y no se había conseguido nada- es para felicitar a los artífices del acuerdo, encontraran o no la colaboración de la otra parte, porque a priori y con los antecedentes en la mano podía parecer una invitación a estrellarse. A fracasar estrepitosamente.

Sin embargo ha sido posible, con la ayuda de otros anónimos amigos de la familia, ese comienzo que marca el camino sinuoso  que espera ahora si realmente se quiere hacer algo importante y no sólo decir que se ha hecho algo, que son dos cosas totalmente distintas y distantes.

Poner en funcionamiento ese proyecto se va a encontrar con problemas económicos, para empezar, si realmente se quiere hacer algo importante. Y si se trata de algo importante, se va a necesitar la colaboración de gente de mente abierta, capaces de ver las cosas desde un punto de vista de futuro, capaces de ofrecer perspectiva al proyecto que se quiere para que sirva como revulsivo a la economía local.

Haría mal el equipo de gobierno y los responsables de llevarlo a cabo si se encerrara en esa manía de los políticos de cerrar herméticamente las puertas para que nadie se arrogue méritos, en vez de abrirlas de par en par para que entren ideas que se salgan de lo normal, que sean en sí mismas un revulsivo y un referente. Si se quiere hacer algo importante, conociendo el percal como lo conocemos, lo primero que hay que hacer es abrir las puertas del campo. Que entre aire.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN