Barbate

Un ex de Delphi que lleva 27 meses sin ningún tipo de ingresos, inicia una huelga de hambre

Alfonso Cobos, tras 25 años trabajando para la factoría, y tras acogerse a la última tanda de prejubilaciones, vio como la Consejería de Empleo le negó la ayuda al considerarlo un intruso, algo que desmiente una sentencia en firme. A pesar de ello, sigue sin cobrar la prestación

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Hoy conoceremos un nuevo ejemplo de lo que conlleva la desesperación. Alfonso Cobos González, extrabajador de Delphi, llevaba ya este miércoles dos días en huelga de hambre y su intención es seguir hasta “que me aguante el cuerpo o me den lo que por justicia y por ley me corresponde”. Cobos explica que el motivo de la protesta que  “la Consejería de Empleo me suspendió el cobro de mi prejubilación por unos motivos irreales”. Tan irreales que una sentencia en firme le da la razón al trabajador. Pero es que la cosa tiene miga, mucha miga.

Cobos explica que todo comenzó cuando, tras el cierre de la empresa Delphi, él se acogió al protocolo y comenzó a acudir a los distintos cursos que comenzaban a impartirse para los extrabajadores de esta factoría.  Fue entonces cuando llegó la última oportunidad para acceder a la prejubilación. Y él, como había nacido antes de 1.960, accedió a ella. Pero para su sorpresa, la Consejería de Empleo le suspende los pagos a los que tenía derecho como prejubilado porque según la administración, él no tenía que estar ahí.

“Cuando se cerró la empresa, estaba en una excedencia, pero volví, pedí mi ingreso y me adhería al protocolo”, relata Cobos. De hecho, comenzó a recibir los cursos e incluso accedió a la última tanda de prejubilaciones, “tal y como hicieron muchos compañeros”. Pero “para la Junta yo no debería estar allí, pero yo no soy un intruso, ni soy irregular, ni nada de nada, yo estuve trabajando 25 años en Delphi, es decir, prácticamente media vida… ahí está mi vida laboral, la cual la tiene la Consejería de Empleo también, que me pidió infinidad de papeles y documentación, en su mayoría innecesarios”.

“No tienen base ninguna para denegarme esa prestación”, insiste Cobos, “de hecho, la justicia se ha pronunciado a mi favor”, tal y como recoge una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a la que ha tenido acceso este medio, sentencia fechada en julio de 2013.

El caso es que le echaron para atrás la prejubilación al considerarlo ‘intruso’, “y es que tengo la sensación es que con el lío que ellos mismos montaron en Andalucía con los ERE, quisieron engordar ‘el saco’ con personas como yo que no somos intrusos, ni enchufados, ni nada por el estilo, de hecho tengo conocimiento de otros trabajadores de otras empresas que están pasando esta misma pesadilla”, explica Cobos, quien reitera que “eso se puede ver, como hizo el juez, viendo mi vida laboral, 25 años trabajando en Delphi”.

Tras la decisión de la Consejería de Empleo, “interpuse un recurso contencioso, lo he ganado, pero todavía estoy esperando a que me paguen”. “Mi abogado, el pobre, está totalmente indignado y no sabe ya qué hacer, la Administración se cachondea de la justicia”, insiste para añadir que  “parece que hay una justicia para nosotros y otra para ellos… además, desde que comenzó mi odisea han pasado por la Junta tres directores generales de empleo, así debe de apestar”.

La respuesta de la Consejería de Empleo es que “dicen que hay incongruencias en la sentencia”.

“Llevo desde noviembre de 2.011 sin cobrar nada, porque tampoco puedo pedir el desempleo aunque me corresponden aún dos años”, explica Cobos para señalar que “es una situación muy dura, durísima, imagínese lo dura que es que tengo que hacer esto (una huelga de hambre) porque ya estoy desesperado, estoy jugando con mi salud”.

“Ya que he empezado esta huelga la voy a llevar hasta el final”, no duda en señalar Cobos, “porque si están esperando a que me tire de un balcón o que me corte las venas, que esperen, no lo voy a hacer, voy a aguantar todo lo que pueda”. “Pensaba irme a Sevilla a manifestarme ante el juzgado, pero no tengo recursos, ni dónde quedarme a dormir, ni amigos”, por eso “me vine aquí, junto a otros compañeros míos”.


“Mi familia no quiere que haga esto y lo entiendo. Mis compañeros tampoco quieren que lo haga, pero me estoy volviendo loco, me estoy volviendo loco y en mi casa no puedo estar, no puedo más”, lamenta Cobos para insistir que “hay que pelear, tengo que sacar mis armas como sea… en España está todo el mundo mangando, no puedo ver un informativo, me consta que hay más personas en mi situación, prejubilados de Santana, de las minas, de Mercasevilla, mientras que otros roban el dinero de los parados”.

“Esto es una inquisición, es algo injusto, esto es la pensión de mi familia que no sé quién se la está comiendo… solo quiero que me dejen vivir tranquilo, yo solo quiero lo mío, lo que he ganado con mi trabajo, tengo 55 años, media vida trabajando en Delphi y ahora me veo así”, concluye.

 

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