Ojén rinde homenaje a su mejor embajador con el Museo del Aguardiente. El nuevo espacio, en el Museo del Molino, relata la historia del licor que hizo famoso al pueblo ojeneto, de la mano de la familia Morales. Entre la realidad y la leyenda, se dejó de fabricar a mediados del siglo XX, envuelto en un halo de misterio sobre su receta.
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