Manuel Imán vuelve a los escenarios para interpretar temas propios y recreaciones de marchas procesionales. Junto con Valentín Ponce, guitarra, y Pepe Frías, bajo, actuará el 20 de febrero en la Fundación Cajasol, en el ciclo Cita con Las Músicas.
¿Qué nos ofrecerá en esta nueva cita?
–Pues será una cita especial, ya que al mismo tiempo que incluyo piezas originales compuestas por mi, presento por primera vez seis temas de marchas procesionales que he adaptado para guitarras y contrabajo, lo cual creo que aporta una atmósfera cálida y le da otra dimensión a temas que están en nuestra memoria colectiva. Son adaptaciones de Amargura, Jesús de las Penas, Campanilleros, Estrella sublime, Virgen de las Aguas y Madre Hiniesta. La gente lo va a disfrutar.
Músicos de la talla de Valentín Ponce y Pepe Frías... ¿Qué aportan?
–Son dos grandes músicos, intuitivos, con los que me comunico fácilmente, a veces no hace falta ni hablar siquiera de lo que nos traemos entre manos. Aparte de eso, congeniamos muy bien, lo cual es un plus. Ellos aportan calidad y calidez.
¿Qué opina de la situación actual de las ayudas a la cultura?
–Todo lo que sea apoyar o aportar infraestructuras para el sostenimiento de la cultura en general y la música en particular, es bienvenido. Para aclarar este caso concreto, no gozo de ninguna subvención para este concierto, voy a taquilla, previo pago de un porcentaje de la misma y soy el responsable de pagar la remuneración de mis compañeros. Asumo todos los riesgos. Por otro lado, creo que somos los artistas, músicos, técnicos, agencias, etc., todos los que estamos en este mundo, los que nos debemos replantear un modelo que se ha resquebrajado. Y luchar, entre otras cosas, porque ese 21% de IVA baje a niveles de sentido común ya, porque haya una ley de Propiedad Intelectual justa y porque estemos unidos en una clara dirección.
Un viaje sonoro con temas originales y recreaciones de marchas procesionales. ¿En qué consisten esas recreaciones?
–Que unas músicas que hemos oído durante tanto tiempo, especialmente en primavera, nos suenen familiares y nuevas a la vez. En algunas de las marchas he escogido partes que me parecen especiales para desarrollar, en otras, como Amargura, he sido bastante fiel a la partitura.
Pionero del rock andaluz, ¿cree que en la actualidad hay bandas que siguen aportando a este estilo musical?
–Cuando salió la etiqueta de rock andaluz en los 70 se empezó a aplicar a grupos más o menos progresivos que hacían rock de fusión con raíces autóctonas. En esa época yo mismo me sentía poco identificado con el término, ya que eso implicaba una serie de conceptos de estilo, sonido y otras consideraciones que no se aplicaba del todo a lo que yo hacía. Con el paso del tiempo el término rock andaluz se ha ido ampliando lógicamente, incluyendo un amplio abanico de estilos. Hay muchos grupos actualmente que apuntan cosas interesantes. En el aspecto progresivo de fusión yo destacaría a Glazz, en el rock de la escuela sevillana, a la banda del Pájaro.
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