Los trabajadores de las clínicas de Pascual y Pascual S.A., entre ellos los de la onubense Blanca Paloma, han mostrado su máxima preocupación ante la próxima finalización del concierto que la Junta de Andalucía, a través del Servicio Andaluz de Salud, mantiene con la empresa.
El concierto finaliza este viernes, y aunque ambas partes están inmersas en negociaciones, no se ha logrado un acuerdo, ya que según ha podido saber Viva Huelva, las condiciones que impone el SAS no serían asumibles por parte de la empresa.
Los trabajadores de la Blanca Paloma temen que, de no renovarse el convenio, haya consecuencias como una reducción de plantilla por el descenso de pacientes.
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