¿Quién es Víctor Martín?
Es un jugador de bádminton cuya modalidad es la de individual que también complementa en los campeonatos con dobles masculino. Este año, además de las anteriores, también ha jugado dobles mixto con una compañera de Madrid, Laia Oset.
Todo tiene un comienzo, ¿cómo fue el suyo?
Comencé gracias a mi tío Salva, que es entrenador en Granada. Con cinco años vino a recogerme al colegio y me llevó por la tarde al pabellón donde entrenaban los mayores. Estuve jugando una tarde, luego fueron dos, tres, hasta que comencé a entrenar toda la semana. Empecé a competir a nivel provincial, autonómico y posteriormente nacional.
¿Cómo se encuentra después de nueve meses de lesión?
La verdad que con muchas ganas de volver a la pista. Después de estar tanto tiempo en fase de recuperación para volver a jugar, estoy muy contento de que este tiempo haya valido la pena.
¿Y cómo ha sido ese proceso de recuperación?
Me lesioné en mayo de 2013 en el Campeonato de Europa de Clubes, estuve unos quince días haciéndome resonancias para conocer el alcance y, al final, tuve que operarme de menisco. A partir de ahí estuve quince días sin apenas moverme, luego en verano fui a Madrid para ver cómo avanzaban las cosas y poco a poco, gracias al plan de entrenamiento de mi entrenador de Granada, comencé a recuperar la forma. En septiembre cuando regresé a Madrid ya empecé a entrenar la técnica con la raqueta y perfeccioné los gestos técnicos. Desde diciembre que recibí el alta, ya entreno a toda pista con total normalidad.
¿Qué sintió al coger la raqueta después de tanto tiempo?
Mucha emoción, la verdad. No se pasa bien con una lesión. Pero para lo que yo era y para lo que soy ahora después de la lesión, todo esto me ha ayudado bastante a cambiar de mentalidad y ver las cosas de otra manera. Volver a la pista me ha permitido respirar libremente otra vez.
¿Esperaba recibir la convocatoria por parte de la Federación Española de Bádminton para el Campeonato de Europa por equipos tras la lesión?
Por un lado sí y por otro no. Viendo los jugadores y las posibilidades de selección, pensaba que iban a ir cinco jugadores. Luego la convocatoria fue reducida a cuatro y solo iban a ir jugadores individuales. Entonces sí que me veía con más posibilidades pero no con todas. Hubiese entendido que no me llevasen después de tanto tiempo lesionado.
A nivel de clubes, el Recre IES La Orden está clasificado para semifinales y está en la senda correcta para rememorar el título liguero. ¿Cómo ve el último tramo de la temporada?
Este año está un poco más reñida la cosa. Además de Rinconada y Recre IES La Orden, Benalmádena y Oviedo también están jugando bastante bien. Los ovetenses probablemente sean nuestro rival en semifinales y pese a la juventud de sus jugadores, tienen un equipo muy compensado tanto en el cuadro femenino como masculino. Veo a nuestro club con mucha confianza y me encantaría poder volver a revalidar el título. Quizás este año sería más emotivo porque seguramente sí que la pueda jugar, a diferencia del año pasado que la tuve que ver desde la grada.
El presidente del club, Alejandro Núñez, dijo que su recuperación “era muy importante” porque ibas a aportar al equipo “un individual de calidad” además ser un “jugador de equipo”. ¿Le gustaría responder a esas palabras?
Espero responder en la pista tanto a lo que me pida el entrenador como el presidente. Estoy muy contento con el trato que recibo del club, que más que un club lo considero como una gran familia, porque todos siempre están disponibles para ayudar en lo que haga falta. Si conseguimos pasar a semifinales y me toca jugar en la final, ahí voy a estar el primero yo también para conseguir la victoria.
Víctor Martín es un jugador que destaca por su altura a pesar de su juventud (1,94 cm). ¿Es una ventaja en el bádminton respecto al resto de jugadores?
Tiene ventajas y desventajas (risas). Por un lado, la altura te permite llegar a los sitios con más facilidad por la envergadura de los brazos y dar menos pasos en la pista; y por otro, normalmente los jugadores altos solemos tener más problemas a la hora de movernos y, sobre todo, nos cuesta más llegar a los volantes bajos.
¿Podría contar cómo fue esa anécdota que sucedió tras su llegada a la Residencia Joaquín Blume de Madrid con su compañero de equipo Pablo Abián?
Cuando llegué a la residencia Joaquín Blume de Madrid, al cabo de los meses tuve una conversación con Pablo Abián y le dije que me veía con muchas posibilidades de ganarle en un determinado tiempo. Por lo que se ve todavía falta demasiado (risas). Todavía no ha llegado la victoria que predije.
Por último, ¿cuáles son sus metas para este nuevo año, tanto a nivel individual como colectivo?
A nivel individual espero poder recuperarme totalmente de la lesión, que ya está bien encaminada, y poder obtener buenos resultados en el Campeonato de España Absoluto. Si todo va bien, empezar a competir a nivel internacional. Y a nivel colectivo, espero y confío en que podamos conseguir el título. Para ello primero tenemos que derrotar a nuestro rival de semifinales. Si conseguimos todo eso, hacer un buen papel en el Campeonato de Europa de Clubes y ojalá que no pase lo del año pasado –refiriéndose a la lesión-.
TEST PERSONAL
Comida favorita.
Tocino de cielo.
Ciudad donde vivir.
Granada.
De ser un personaje famoso o alguien conocido, ¿quién te gustaría ser?
Raúl González Blanco. Mi ídolo del fútbol.
Película favorita.
El Rey León.
El más presumido del equipo
El presidente, Alejandro Núñez.
Y la más presumida del equipo
Belén Rodríguez.
Apodo en el vestuario.
El largo.
¿Con quién te irías de cañas?
Con la gente de nuestro club.
¿Qué te llevarías a una isla desierta?
Una cama.
Hobby fuera del bádminton.
Ir de tapeo, salir con mis amigos, jugar al fútbol, los karts…
El mejor consejo recibido.
Vive y deja vivir.
Un sueño.
Jugar unas olimpiadas sería un bonito sueño.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es