La Audiencia Provincial de Almería ha elevado en dos años la pena de seis años de internamiento en régimen cerrado a la que fue condenado el menor de 16 años que, junto a otro de 14 años, asesinó en 2012 al joven marroquí Nasar y ha resuelto que los padres de ambos deben indemnizar, conjunta y solidariamente, a la familia de la víctima con 130.000 euros frente a los 50.000 euros que fijó en primera instancia el juez de menores.
El tribunal de la Sección Segunda estima parcialmente el recurso de apelación que presentó la acusación particular al estimar que procede imponer al menor de 16 años "la pena máxima" prevista en la ley para el delito de asesinato con ocultación de cadáver por ser "autor material del crimen" y rechaza que deba "influir para ponderar la condena el número de puñaladas" que asestó a Nasar M.C.O., según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
Cabe recordar que el cadáver de la víctima, de 18 años, apareció semienterrado en diciembre de 2012 en una playa a pocos metros del camping de Almerimar, en El Ejido (Almería), casi un mes después de que sus padres denunciasen su desaparición. La autopsia realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) reveló que recibió 23 puñaladas.
Los pronunciamientos del juez para el otro menor, de 14 años, no han sido revocados ya que a él se le impuso, de acuerdo a la petición fiscal, la pena de cinco años de internamiento en régimen cerrado, máxima prevista por la ley. Ambos deberán cumplir, asimismo, tres y cinco años de libertad vigilada.
La Audiencia Provincial tampoco modifica el fallo con respecto a los otro cuatro adolescentes, tres chicos y una chica, a los que se enjuició por un delito de encubrimiento y a los que se condenó penas que oscilaban entre los 18 y los 24 meses de libertad vigilada. En el primer día del juicio admitieron que eran "conocedores" del crimen y que no lo pusieron en conocimiento de las autoridades, por lo que aceptaron lo solicitado por el Ministerio Público para ellos.
La acusación particular anunció que elevaría recurso de apelación y cuestionó sobre todo que el Juzgado de Menores resolviese moderar en un 50 por ciento la responsibilidad civil de 100.000 euros que pedía el fiscal al estimar que los progenitores "no favorecieron la conducta de su hijos con dolo o negligencia grave", un extremo que rechaza el tribunal de la Sección Segunda, que aplica además un elemento correcto a la petición del Ministerio Público y eleva a 130.000 euros la responsabilidad civil.
Durante su declaración vista oral, el menor de 14 años se ratificó en el testimonio que prestó tras ser detenido por la Policía Nacional y reconoció haber propinado puñaladas a Nasar aunque argumentó que lo hizo "incitado" por el otro acusado, a quien señaló como el autor de la "primera" de las 23 cuchilladas que asestaron a la víctima.
Por su parte, el menor de 16 años reconoció haber estado en el lugar en el que se cometió el crimen pero negó, como en su declaración en instrucción, haber usado el cuchillo contra Nasar M.C.O., por lo que su defensa sostuvo que fue "cómplice por omisión".
El cerco sobre ellos tras el hallazgo del cadáver se estrechó con un informe de la Guardia Civil en el que se recogían numerosas "contradicciones y discrepancias", avaladas por los datos de las antenas repetidoras de telefonía en la urbanización de Almerimar, en las que habrían incurrido al relatar qué hicieron el día de la desaparición y dónde estuvieron ya que los padres de la víctima aseguraba que habían quedado para "tomar café".
RED SOCIAL 'TUENTI'
El juez autorizó la intervención de las cuentas de ambos en la red social 'Tuenti' el 16 de enero de 2013 y 48 horas después hacía lo propio con los terminales telefónicos. La transcripción de las comunicaciones, contenida en las actuaciones, reveló "indicios claros" que apuntaban a la participación de ambos en la desaparición y muerte, y señaló a los cuatro presuntos encubridores, "con los que se jactaban de lo sucedido y a los pedían silencio".
Ambos indicaron al juez que medió una "discusión" y que no tenían intención de matar a la víctima cuando quedaron con él a las puertas de un supermercado de Almerimar pese a que, tal y como quedó probado, ambos salieron armados de sus casas con sendos cuchillos. El cuerpo sin vida de Nasar fue enterrado al día siguiente en la playa de Almerimar, junto al camping, donde dejaron dejado envuelto en "una especie de plásticos blancos" para, a continuación, volver al día siguiente para sepultar "bien" el cadáver.
El móvil del crimen estuvo en un "trapicheo" con objetos como "teléfonos móviles, bicicletas y videoconsolas" pero la relación que existía entre los asesinos y su víctima se tensó como consecuencia de "supuestas presiones "para la venta de estos objetos. Así, convencieron e a Nasar para que quedara con ellos ante su reticencia diciéndole que "le iban a dar unas consolas" y le mataron.
La operación 'Airsoft', que se inició tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Nasar y culminó dos meses después con las detenciones, llevó a la Policía Judicial a elaborar un "detallado" mapa de vínculos y relaciones, que determinó que existía relación entre la víctima y varios menores. Los arrestos se realizaron tras dos registros domiciliarios donde los agentes intervinieron diversos efectos, entre ellos, las herramientas con los que fue enterrado el cadáver de la víctima.
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