Es su segundo libro en el mercado, por lo que conoce las mieles del triunfo y las incertidumbres previas a la salida de un nuevo trabajo. Veinte años escribiendo y sobre todo, aprendiendo de todos, de los amigos y amantes de la literatura del Grupo Ámbito, de los buenos consejos de los que aconsejan bien y por supuesto, el talento propio que al fin y al cabo es lo que da razón de ser al trabajo.
Carmen Navarreta ha publicado con Publicaciones del Sur. Editores, el libro Pasito a pasito, un poemario dirigido a los niños, con el objetivo de aficionarlos a la lectura desde pequeños, con el sueño de que los libros sigan siendo esos objetos que se cuelan en el alma de las personas y se convierten en vivencias propias nunca vividas.
Si no fuera por ese amor a los niños y a los libros, posiblemente no se hubiera atrevido con una obra dirigida a un público que no conoce las medias tintas, que es el más tirano de todos los públicos, el que dice sí o no, sin matices, el que consagra o condena a los infiernos del olvido.
Pero Carmen Navarrete cree conocerlos, los trata, los escucha, conoce sus aspiraciones y las plasma en unos poemas que denotan su facilidad para escribir, para volar con la pluma, para decir con sencillez y belleza lo que sólo se puede decir desde el convencimiento de hacer lo que tiene que hacer.
Y además, tiene otro argumento de peso para haber decidido escribir esta obra. “Yo soy poeta de nacimiento, me recuerdo amando la poesía desde que tengo uso de razón”, aunque ahora se esté abriendo a otros mundos.
Pasito a pasito, al ser un libro para niños, está ilustrado en cada uno de los poemas y esa ilustración la ha hecho una persona que conoce a Carmen Navarrete, lo suficiente para plasmar gráficamente lo que ella quiere expresar en cada poesía, Juan José Roldán Duro.
Carmen Navarrete cree que además de hacer llegar la poesía a la infancia, hay que luchar para que los niños no consideran leer o escribor unpoema como algo femenino, habida cuenta de que ella considera que las niñas son más amantes de esta disciplina, y no porque sean más sensibles, sino por prejuicios de la adolescencia. Y eso que la mayoría de los grandes poetas han sido hombres, aunque habría que matizar con las trabas que siempre tuvieron las mujeres para escribir.
Eso se puede puede conseguir con libros, pero también potenciando las tertulias literarias que en La Isla son más de las que suenan porque hay muchos grupos diseminados que realizan esa actividad de conocimiento, divulgación y gozo de la literatura.
Presentación
Pasito a pasito se presentó el miércoles en la Casa de la Cultura, con la presencia del primer teniente de alcalde, Francisco Romero Herrero y la presentación de otro hombre que sabe mucho de niños, que se ha volcado en educar dentro y fuera del aula y que ha desgranado su inquietud por todo lo que sea conocimiento, Ramón Luque Sánchez.
Fue un acto sencillo en el que Luque glosó los méritos de un libro que merece la pena leer y Carmen Navarrete pudo dejar en parte, a través de la lectura, en el salón de actos de la calle Gravina, allí donde la cultura alcanza su marchamo de oficialidad.
¿Pero es sólo la literatura lo que defiende Carmen Navarrete? Evidentemente, no. También todo lo que significa e incluso el envoltorio, el libro físico ante los avances de la informática que amenaza con sepultarlo de aquí a un par de generaciones. Es el olor, el color, el mensaje, el espacio que ocupa en la librería y en el recuerdo, lo que le concede su calidad de tesoro palpable.
Si además se trata de libros de poesía, Carmen Navarrete es tajante al decir que sólo se va a conseguir salvar ese legado de la Humanidad trabajando, llevando los libros a todos los rincones, a los colegios como asignatura que siempre fue, a los medios de comunicación, a la gente en general.
Piensa ya en otro libro de poemas y en un proyecto en el que se adentra en otros géneros. Así que por ella no va a quedar.
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