Dani Jiménez ya es historia. De manera fulminante y después de la victoria ante el San Benito, el entrenador ha sido cesado. Las desavenencias y la falta de confianza, han minado la siempre complicada convivencia con el entrenador portuense. La contratación de éste - nunca fue la primera opción- sorprendió tanto como ahora su cese, y más después de un triunfo a domicilio.
La marcha del equipo, 7º y a tres puntos de los puestos de ascenso, confirma que su despido va más allá del aspecto estrictamente deportivo y sí más a la falta de confianza y a las relaciones. El complicado ambiente interno se ha ido solapando y maquillando con los triunfos.
“No me convence”
El ya ex entrenador del Recreativo Portuense intenta “asimilar” el despido. Cese que se votó en junta el pasado jueves, con una votación en la que dos directivos solamente apostaron por la continuidad de éste. Las razones tal y como apuntamos nada tienen que ver con la trayectoria del equipo. “Votaron porque no estaban a gusto conmigo. No es por los resultados”, según le soltó Antonio Flor Jiménez cuando -mirando al suelo- le comunicó el cese.
“Estamos así desde la segunda jornada ante el Jédula. No he tenido apoyo alguno ni lo he notado. Pensaba que tras la incorporación de Flor Pedregal -precisamente su sustituto- todo cambiaría”.
Para Dani Jiménez, “me sorprende las formas y más cuando el pasado lunes, junto con Pedregal, estuvimos planificando la semana con los entrenamientos y los jugadores que se podían fichar a coste cero”, añade el técnico.
“Cometo errores. Me lo esperaba. Me gusta ir de frente, pero creo que no se ha respetado a las personas. Me sorprende las palmaditas de estos días y más cuando desde el jueves se conoce la decisión. No se me ha respetado”.
Para Jiménez, tiene una “espinita clavada, porque no he podido entrenar en condiciones. No se ha tenido planificación ni he podido trabajar para estar a gusto”.
Su sustituto, con su contratación, “lo vi bien. Creí que podía ir todo a mejor, que le pediría consejos. No me imaginaba todo esto, la verdad”.
Mientras, en su encuentro con el presidente, reconoce “reírse” cuando le comunican que además de la frialdad existente con la cúpula directiva, “la presión de las peñas” ha tenido también su peso en la decisión final. “No puede sino reírme por lo que estaba escuchando. Los comentarios en foros o cualquier noticia referente en los medios, son tomadas de una forma desmedida. Es lo que tenemos”.
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