La Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes por presuntamente asaltar casas habitadas por personas ancianas a los que inmovilizaban con cintas para que no pudieran pedir ayuda. Además, para sus robos violentos siempre empleaban un arma de fuego.
La investigación se inició a raíz de dos asaltos cometidos con violencia a dos ancianos en la urbanización de Calahonda en la costa del municipio malagueño de Mijas. Las víctimas fueron sorprendidas por dos jóvenes, a punta de pistola, vestidos con ropas oscuras y ocultando sus rostros, consiguiendo que les entregaran todas las joyas y dinero en efectivo y dejándolos completamente inmovilizados.
Ante la gravedad de los hechos, la Guardia Civil puso en marcha una investigación que se centró en seguir a dos jóvenes, que habrían llevado a cabo distintos robos con fuerza por la misma zona donde se cometieron los asaltos violentos. En este caso los robos se producían en horario nocturno, aprovechando del descanso de los habitantes de las viviendas.
Los presuntos autores de los robos residían en una urbanización de Mijas costa, justo donde actuaban, e incluso, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, llegaban a robar en apartamentos muy próximos a su propio domicilio.
INTENTARON RESERVAR UNA SUITE DE LUJO
Uno de los robos fue en el apartamento de un ciudadano alemán al que sustrajeron, entre otras cosas, una tarjeta de crédito que utilizaron para hacer una reserva de una suite en un hotel de gran lujo a través de Internet. No obstante, la habitación no la ocuparon porque no pudieron acreditar suficientemente los aspectos de la reserva.
Una vez encontrados y corroborados suficientes indicios y pruebas para acreditar su participación en los numerosos delitos cometidos en la zona de Mijas costa, con la correspondiente autorización judicial se procedió a la realización de sendos registros domiciliarios y la detención de los presuntos delincuentes.
Esta operación, denominada 'Eighty', se incluye en los planes de actuación articulados como respuesta a la delincuencia sufrida por las personas de la tercera edad, consideradas dentro de la sociedad como las más vulnerables y desprotegidas ante este tipo de hechos, así como con las directrices recogidas en la orden de servicio dentro del plan contra el robo en viviendas ocupadas por sus moradores.
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