El próximo lunes, 25 de noviembre, irá a Pleno municipal la propuesta del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Un documento en el que se ha estado trabajando desde hace año y medio y que ha supuesto “coste cero” para las arcas municipales.
El pasado año, días después de que se aprobara definitivamente el Plan General de Ordenación Urbana, se informaba a la opinión pública de que se iba a empezar a trabajar en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, de tal forma que ya comenzara a cumplirse con el PGOU recién aprobado. Se trata de un trabajo “concienzudo”, según informa la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, donde se ha trabajado de manera directa entre la empresa encargada de su elaboración y los técnicos municipales de las áreas de Urbanismo, Transporte y Medio Ambiente.
El plan de movilidad urbana sostenible (PMUS) de la ciudad de Cádiz se comenzó a partir de la iniciativa política establecida en el Pacto de los Alcaldes, en el que se adquiere un compromiso de realizar medidas encaminadas a la reducción de las emisiones contaminantes. En este pacto se contemplan los protocolos generales de intenciones del Programa de Sostenibilidad Urbana Ciudad 21, asumiendo todos sus compromisos, requeridos en distintos en estamentos europeos, estatales, autonómicos, provinciales y locales.
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) es un conjunto de actuaciones que tiene como objetivo la implantación, tanto de medidas correctoras en urbanización y ordenación como de formas de desplazamiento más sostenibles: caminar, bicicleta, y transporte público, dentro de la ciudad del Cádiz; es decir de modos de transporte que hagan compatibles crecimiento económico, cohesión social y defensa del medio ambiente, garantizando, de esta forma, una mejor calidad de vida para los gaditanos. A partir de ahora, y con un plazo de una veintena de años, “Cádiz tendrá un planteamiento de base que es la sostenibilidad, que debe abordarse desde el punto de vista medioambiental, cultural e incluso social”, aclara Martínez.
Dicho documento, que ha elaborado la empresa ETRA –adjudicataria del mantenimiento de los semáforos- a través de una de las mejoras que ofrecía la empresa en el proceso de adjudicación del servicio que le fue asignado, se divide en dos partes fundamentales: un apartado de diagnóstico y un segundo documento relacionado con las propuestas de acción.
En un primer momento, para llevar a cabo el diagnóstico de la situación actual de Cádiz, además de atender a las ordenanzas municipales en vigor, el PGOU actual y el anterior, o el Mapa estratégico del Ruido, entre otros, se ha realizado un estudio de campo. En concreto, se ha medido y estudiado el 80 por ciento de la red viaria de la ciudad y sus aledaños, así como las paradas de autobuses o la situación de los aparcamientos subterráneos, entre otros aspectos. Además, también se han realizado sesiones de trabajo con los colectivos relacionados con la movilidad. Gracias a la participación ciudadana, que ha sido “cuantiosa”, según indica el propio Plan, se ha generado un documento con el consenso generalizado en las ideas y objetivos generales.
Por ello se marcan como objetivos aspectos como configurar una red de itinerarios enfocados a los desplazamientos en medios no motorizados, mejorar la competitividad del transporte público y disuadir del uso del automóvil privado, entre otros aspectos.
Sobre el Plan de Acción
El segundo documento que conforma el Plan de Movilidad Urbana Sostenible es el de Propuestas de Acción, donde se marcan las políticas a llevar a cabo para mejorar las tendencias en relación a la movilidad sostenible. En esta ocasión los objetivos se centran en: peatones y ciclistas, transporte colectivo, ordenación del tráfico motorizado, aparcamientos, medio ambiente y seguridad vial, nuevos desarrollos urbanísticos, distribución de mercancías y gestión de la movilidad y la demanda.
Martínez indica que este plan de actuación está compuesto por un global de 32 programas, que se centran en 70 propuestas de actuación y que marcan un objetivo claro “que la ciudad de Cádiz se englobe en una política de sostenibilidad y calidad de vida para el ciudadano. Pero que, al igual que con el Plan General, mantiene el modelo de ciudad de este equipo de Gobierno, que es el que venimos configurando en los últimos años”.
Dentro de este PMUS se incluye la implantación de nuevos itinerarios peatonales, así como promover el uso de la bicicleta, ampliando para ello el reparto de superficie a los modos no motorizados. Se trabajará por conseguir una red ciclista integrada y completa, así como una red de aparcamientos para dicho medio. También apuesta por mejorar las líneas de transporte público, reducir los tiempos de viaje y ampliar la cobertura, principalmente a los desplazamientos por empleo y estudios. Para ello se propone, entre otras opciones, la mejora de la información al usuario. En cuanto a los aparcamientos, se plantea como objetivo implantar progresivamente los sistemas de control tarifario y de residentes, así como potenciar el aparcamiento disuasorio y gestionar aparcamientos de residentes y visitantes.
En relación con los vehículos motorizados se plantea resolver los conflictos entre el vehículo privado y el peatón, así como adecuar los flujos de automóviles a la capacidad del viario. De ahí que deba estudiarse la Ronda de Circunvalación; se analice el número de permisos de entrada en el Casco Histórico o se defienda la peatonalización, entre otras opciones.
En el apartado de la Movilidad y la Demanda, se propone crear una ordenanza de movilidad o realizar estudios de tráfico ante las nuevas infraestructuras.
En cuanto a la distribución de mercancías, el Plan de Movilidad indica que deben limitarse y modificarse los horarios de carga y descarga en el Casco Histórico, así como elaborar una ordenanza para ello, el control de las emisiones de ruidos por los vehículos motorizados o la puesta en marcha de marquesinas solares, entre otras posibilidades.
Para la alcaldesa de Cádiz, llevar a Pleno este PMUS “permite demostrar que seguimos trabajando a favor de la calidad de vida de los gaditanos, para hacerles las vida más fácil, económica y más sana, teniendo siempre en cuenta las peculiaridades del Casco Urbano de la ciudad a la vez que buscamos soluciones a la coyuntura que ha posibilitado el soterramiento de la vía férrea y que ha supuesto una transformación integral de la ciudad, que ha repercutido notablemente en la circulación viaria y en la peatonal”. Martínez considera que con este Plan “hilamos más fino lo que en su momento proponíamos en el PGOU, a la vez que somos conscientes de que se trata de un documento que debe permanecer vivo y que deberá atender a las transformaciones que se generen en la ciudad con el paso del tiempo. Como hemos dicho siempre son los planes, éste, el de la Bicicleta y otros lo que deban adaptarse a la ciudad y no al revés”.
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