El juicio fijado para este martes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén contra un hombre, identificado como A.N.G., al que la Fiscalía acusa, entre otros supuestos, de haber sometido a su mujer a "prácticas sexuales" a cuya realización ésta se había opuesto "reiteradamente" debido "principalmente a sus convicciones religiosas", ya que es testigo de Jehová, ha quedado visto para sentencia una vez que las partes han llegado a un acuerdo de conformidad.
De esta manera, la Fiscalía, a pesar de que ha añadido a la actuación del procesado un agravante de parentesco que inicialmente no se había señalado, ha rebajado su petición de penas para éste, al que atribuye un delito de maltrato habitual, otro de maltrato en el ámbito familiar y un tercero continuado de abuso sexual, por los que finalmente pide una pena total de cuatro años y medio de prisión, además de 31 días de trabajo en beneficio de la comunidad, frente a los diez años, nueve meses y un día de cárcel que solicitaba inicialmente en su escrito de calificación.
En concreto, por el delito de maltrato habitual ha decidido pedir seis meses y no tres años de prisión; por el de maltrato en el ámbito familiar, un total de 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad frente a los nueve meses de cárcel que solicitaba en su escrito, mientras que por el delito de abuso sexual es por el que pide una mayor pena, en concreto, cuatro años de prisión, que en todo caso es menor a la inicial, que ascendía a siete años y un día. La defensa del imputado y la acusación particular han aceptado estas modificaciones, por lo que se ha llegado a un acuerdo de conformidad que ha dejado visto para sentencia el juicio.
El Ministerio Fiscal ha justificado estas modificaciones respecto a su escrito inicial de calificación al elevar la importancia de la confesión del acusado, que ha pasado a ser una circunstancia atenuante "muy cualificada".
En este sentido, cabe recordar que, según se recoge en el escrito de acusación, consultado por Europa Press, fue el propio acusado quien el pasado 25 de marzo de 2012, después de "consumar" un acto sexual con su mujer mediante "prácticas no consentidas por ella, y a cuya realización se había opuesto reiteradamente, debido principalmente a sus convicciones religiosas, ya que (...) es testigo de Jehová", se dirigió a las dependencias policiales de la Guardia Civil de Martos --donde se sitúa el domicilio familiar--, donde manifestó ante el agente que lo recibió que venía a entregarse a la Justicia porque acababa de violar a su mujer".
La Fiscalía también señala en su escrito que el encartado, que ha estado casado durante 27 años con su esposa, con la que tiene dos hijos en común, una menor de edad, "prácticamente desde el inicio de la relación ha tratado de forma despectiva" a su mujer, a la que "reprochaba continuamente no ser una buena madre ni ser buena esposa", y, de hecho, "en los dos últimos años" le dirigía a ésta "frecuentemente expresiones tales como 'no vales para nada', 'tienes la culpa de todo' y otras similares".
Además, "en algunas discusiones (...) se ponía violento y llegó a levantarle la mano" a su pareja, "llegando en otras ocasiones a agredirla físicamente cogiéndola del cuello y empujándola contra la pared", algo que ocurrió, según el fiscal, "en el mes de enero de 2010", si bien "la víctima no precisó asistencia sanitaria".
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es