Eduardo Ortega, un joven cantante que ha bebido de las mejores fuentes musicales, tales como Frank Sinatra, Alejandro Fernández, Raphael, Rocío Jurado, o MinaMazzini, comienza ahora su recorrido por toda España. Hoy viernes, sin ir más lejos, estará en la sala B3 de Dos Hermanas
El pasado 25 de septiembre salió a la venta su primer álbum, El último tren, que se encuentra a nivel internacional en las plataformas digitales, así como en los Centros Carrefour de la región de Andalucía.
Una voz que representa el color de un movimiento musical único por la riqueza de ritmos y mensajes que es capaz de trasladar a las diferentes culturas de nuestro planeta. Una voz prodigiosa con un rango envidiable y un gusto exquisito inspirado principalmente en ritmos de carácter latino-hispanoamericano, donde los instrumentos y características propios de la música autóctona de esas zonas permiten el florecimiento de bellas letras y grandes voces.
Eduardo guarda un estilo propio, un nuevo sonido coloreado de matices latinos y españoles que desde Sevilla hasta el norte de España y en tierras foráneas , reciben con esa pasión emocional que transmite al cantar, lo que hace de él un artista único, capaz de sorprender a todo aquel que guste oírlo. Podría decirse que desde bien pequeño, los gustos musicales de este chico autodidacta no correspondían a los gustos convencionales de los demás niños de su edad. Desde siempre ha tenido muy claro lo que ha querido y quiere respecto al mundo de la música. Su porte y elegancia, su saber estar y su puesta en escena, lo hacen destacar musicalmente. Tiene una personalidad bastante acentuada y un estilo muy definido que combina de un modo distinguido con su timidez.
La carrera musical de Eduardo resulta cuanto menos difícil debido a la pronta separación de sus padres, pues es en ese entonces cuando deja de estudiar para empezar a trabajar y contribuir en la economía familiar. Comienza a recibir clases de canto de parte de la músico y cantante sevillana Airyn; y es ya a los dieciocho años, cuando se gesta la idea de grabar su propio disco.
Diferentes compositores han encontrado en él algo distinto, algo diferente que ha impactado en públicos de muy diversas edades. Ya a mediados de 2013 consigue terminar su primer trabajo
discográfico que está teniendouna buena aceptación por parte de público y medios de comunicación.
A lo largo de este tiempo, ha realizado diferentes actuaciones por el sur de la península en hoteles de renombre como el Hotel EME Catedral, en salas de fiesta y de conciertos creando una actuación en la que se cuidan tanto la imagen, como la música.
Se han creado dos estupendas formas de espectáculo que Eduardo Ortega defiende con galanura y originalidad dejando ver en su voz la dificultad y la grandeza de sostener una nota con fuerza culminando en una “terminación fundida”.
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