El Gran Teatro de Huelva recibe el próximo sábado, a las 21.00 horas, a Miguel Ángel Rodríguez 'El Sevilla', cantante y líder de los Mojinos Escozíos, que presentará al público onubense un espectáculo cómico y musical conjunto con el ballet de Juana La Coja. Una actuación que abre la programación de noviembre de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Huelva.
El teniente alcalde de Cutlura, Manuel Remesal, ha señalado que “se trata de una propuesta divertida para este puente festivo, donde la comicidad de El Sevilla se une al buen flamenco, asegurando un rato de diversión familiar”.
El estilo tan peculiar del cantante, con sus mallas ceñidas, sus barbas y su humor, se junta en esta ocasión con la matriarca del baile flamenco, Juana la Coja para contar una historia de amor sobre el escenario.
El Sevilla será el maestro de ceremonias y orador singular encargado de relatarnos la verdadera historia de las hijas de Juana, de cómo la Pelúa y la Vellúa se moñearon por el amor de un marinero y al final como otro marinero fue el que se llevó el gato al agua. Nunca hasta ahora el humor y el flamenco se habían unido de esta manera.
Una historia de amor sorprendente, donde los monólogos humorísticos de El Sevilla van hilvanando una sucesión de episodios que conforman la historia y donde los palmeros, tocaores, bailaores y cantores hacen que le vibre el corazón al espectador.
Juana tiene dos hijas, la Vellúa y la Pelúa, dos niñas en edad de merecer, una totalmente racial, sensible, poco agraciada y bondadosa, y la otra, guapa, sensual y muy femenina, pero al mismo tiempo, fría, calculadora y capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos.
Un buen día llegan a la ciudad un par de marineros extranjeros, Tom y Jerry, que las conocen y se enamoran de ellas. La Vellúa sucumbe ante los encantos de Tom, aunque Jerry no consigue conquistar a la Pelúa. Llegan incluso a pedirle a Juana la mano de sus hijas, y esta, no sin antes dudarlo, ve a los marineros muy enamorados y con buenas intenciones y se la concede.
Un buen día, o mejor dicho, una mala noche, mientras Tom esperaba que su prometida, la Vellúa, se arreglase para salir, se le presenta la Pelúa, y al no poder resistir sus encantos, sucumbe ante sus armas de mujer y terminan besándose. Cuando aparece la Vellúa, se encuentra la dantesca escena del beso de amor entre su prometido y su hermana, la cual, con aires de victoria, se marcha con el marinero del brazo. A partir de aquí se va desarrollando un auténtico culebrón amoroso cuyo final es sorprendente.
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