El avance de previsiones de Emasesa para el trienio 2014-2016 muestra que los gastos de personal -sueldos más cargas sociales- se mantendrán congelados en un monto total de 51.439.411 euros, después de que la liquidación hasta el mes de agosto del año en curso arroje pérdidas cercanas al millón de euros, si bien la dirección aún confía en poder obtener un balance positivo al final del ejercicio.
El Consejo de Administración de la empresa metropolitana de aguas analizará hoy la situación de la compañía y la propuesta de la dirección sobre el nuevo cuadro de tarifas para 2014, con el declarado objetivo de conseguir el equilibrio entre ingresos y gastos en un escenario económico de crisis, con el lastre añadido de la elevadísima deuda dejada como herencia por Manuel Marchena en la anterior etapa y con un consumo de agua que no deja de disminuir año tras año.
En una nota de prensa previa, el consejero delegado, Jesús Maza, ha reconocido la caída en la capacidad de inversión acaecida en los últimos años, debido a que entre 2004 y 2010 “se llevaron a cabo -ha dicho- un elevado número de inversiones que no sólo no iban destinadas a lo que es el objeto social de la empresa, el ciclo integral del agua, sino que además financiaban otras cuestiones ajenas a su objeto como, por ejemplo, reurbanización completa de calles, fuentes y espacios públicos, redes de comunicación y fibra óptica y el conocido proyecto de la botella de agua de diferentes sabores”.
Según Maza, todas estas actuaciones comprometieron en gran medida la capacidad financiera de la empresa y en estos momentos la actual dirección está tratando de sanear esta deuda para volver a poder tener el nivel de inversión en mantenimiento de redes que la empresa necesita. En este sentido, la inversión ha pasado de 25 millones de euros en 2012 a 20 millones en 2013, y no se espera que supere los 17 millones de euros en 2014.
Aún con pérdidas
Aunque Jesús Maza confía en cerrar el ejercicio de 2013 con resultados positivos, la liquidación provisional efectuada hasta el mes de agosto arrojaba unas pérdidas estimadas de 956.377 euros. Por tanto, toca apretarse el cinturón en la empresa metropolitana para lograr el equilibro financiero, lo cual pasa no sólo por una menor inversión, sino también no incrementar los gastos de personal. En este contexto, el cuadro de previsiones para los tres próximos años indica una congelación de la masa salarial, que no sobrepasará los 51,4 millones de euros.
Estas aminoraciones y mantenimiento en las cifras permitirá obtener el balance cero en 2014 (equilibrio de ingresos y gastos, con una previsión de mínimos números negros por valor de 241 euros) y beneficios de 2,3 millones en 2015 y de 3,8 millones de euros en 2014.
Emasesa ha elaborado su presupuesto para 2014 con la idea de que no habrá sequía y de que el consumo de agua seguirá descendiendo: de 60.636 decámetros cúbicos a 60.000, pasando el doméstico de 43.909 a 43.508 y el industrial de 14.919 a 14.684.
Más insolvencias
La empresa metropolitana incrementará aún más las provisiones por insolvencia e impagados (de 1.615.780 euros a 1.648.100), calculadas según porcentaje sobre la facturación prevista y teniendo en cuenta que la situación económica está causando mayores retrasos en plazos de cobros e impagados.
También dotará con más dinero la partida para campañas informativas, que pasa de 936.770 euros a 1.020.960 euros, para la concienciación sobre el uso sostenible de los servicios de saneamiento, habiendo preparado ya acciones en relación tanto con el usuario doméstico (centradas en los vertidos de aceites alimentarios y de toallitas higiénicas) como de los usuarios industriales (para atajar los vertidos especialmente contaminantes.
La subida del saneamiento, culpa de la Junta
Emasesa ha achacado la subida del saneamiento y vertidos en el recibo de 2014 al canon que gestiona la Junta de Andalucía para la financiación de las infraestrutcuras de depuración, “aunque por el momento -afirma- se desconoce el destino de estas cantidades recaudadas en los últimos años”.
Un 32% de consumo menos que antes de la Expo 92
El negocio de Emasesa es la venta de agua, pero la empresa municipal no reprocha a los sevillanos que cada año consuman menos líquido elemento, con lo cual su negocio potencial es, paradójicamente, cada vez menor.
La estadística muestra que en 1991, el año anterior a la Exposición Universal, el área abastecida por Emasesa consumió 89.000 decámetros cúbicos de agua. La previsión para 2014 es que el consumo caiga hasta 60.000 Dm3, un 32,58% menos que 23 años antes. El dato es aún más relevante si se tiene en cuenta que en este periodo el número de habitantes se ha incrementado en un 12,02%.
Tras la terrible sequía posterior a la Expo del 92, los sevillanos han demostrado con creces su grado de concienciación en materia hídrica y cómo han contribuido al ahorro de un recurso que saben escaso y sujeto a la gran variabilidad del clima mediterráneo como el nuestro, no ajeno a las sequías.
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