Toronto acogió ayer la mayor cata de vino de jerez celebrada en Canadá hasta el momento, como parte de la campaña de promoción del vino español como un vino que puede ser consumido con cualquier tipo de comida.
La cata, organizada por el consejo de Denominación de Origen de Jerez, Wines of Spain (del ICEX) y las organización Sherryfest, formó parte de tres jornadas de promoción del jerez que incluyeron seminarios, degustaciones y comidas de maridaje que concluyen el viernes.
El presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen de Jerez, Beltrán Domecq, declaró a Efe que su "idea es que el vino de Jerez se consuma y se trate como un vino".
"Se debe de tomar en una copa adecuada, no un catavino pequeño que es lo usual y que, la verdad, no da sensación de vino porque no puedes olerlo, porque lo llenan hasta arriba. El vino de jerez se tiene que poner frío en el frigorífico y se debe beber comiendo", aseguró.
Lorenzo García-Iglesias Soto, director de Bodegas Tradición, una bodega jerezana que se esfuerza en recuperar los procedimientos tradicionales artesanos para la elaboración y envejecimiento de los vinos de jerez, se expresó en términos similares.
"A veces estos vinos están mal considerados porque han sido despreciados. Ahora hay un momento cálido en el consumo de estos vinos en Estados Unidos y Canadá, apoyado además por la gastronomía, que está adquiriendo cada vez más importancia. Estos vinos servidos en una copa de vino de Borgoña son una maravilla" dijo.
García-Iglesias dijo que para su bodega, que embotella vinos muy viejos "todos sin filtrar, sin clarificar, sin añadir ni quitarles nada, productos muy naturales que pasan de la bota a la botella a través de un filtro de celulosa para quitar impurezas", el mercado norteamericano ofrece muchas posibilidades.
"Para nosotros tanto EEUU como Canadá son mercados donde existe un consumidor que aprecia un legado histórico como son los vinos de jerez" dijo.
"Cuando uno cuenta la historia que hay detrás de estas botellas en algunos de los casos de los vinos que tenemos aquí delante son soleras que se fundaron en el siglo XVIII y que te las puedes beber sin ningún tipo de temor a que estén con corcho o viejas, la gente lo aprecia y lo valora" continuó.
Domecq explicó que en Norteamérica están "haciendo mucho énfasis en los maridajes que hacemos de vino fino, que es el pálido y seco, y que son realmente extraordinarias. Son muy distintos de los vinos de mesa blancos y va con unos platos excepcionales", explicó.
García-Iglesias señaló que los vinos de jerez tienen el pedigrí para aumentar su aceptación en todo el mundo.
"Da igual que comas estos vinos con una comida japonesa o en Segovia con un cordero o en Tailandia con una comida picante. La idea es atreverse a reincorporar estos vinos a la mesa".
"Todos estos vinos estaban en las cartas y los menús de todas las casas reales europeas en los siglos XVII y XVIII. ¿Por qué no vamos a poder tomarnos un asado de cordero con alguno de estos vinos?" dijo.
María Gorriti, responsable de la Oficina Comercial de España en Toronto, destacó que la aceptación de los vinos españoles está aumentando en todo Canadá, lo que abre las posibilidades en el mercado.
"En 2012 exportamos vinos a Canadá por valor de 100 millones de dólares con una tasa de crecimiento en los últimos cinco años del 48 %. Es un mercado con enorme potencial" dijo Gorriti.
"Nuestro vino va a adquiriendo una imagen cada vez mejor, de vino de calidad, de vino europeo con una gran variedad, con una historia detrás y unas cualidades que les hace en calidad precio más competitivos que quizás algunos vinos que se consumen más pero por tradición o falta de conocimiento de las cualidades del nuestro", dijo
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es