"El Rayo" es una película española que se terminó gracias a la financiación portuguesa conseguida en un foro de coproducción en Grecia. Sus directores, Francisco Araújo y Ernesto de Nova, dicen que parece "de chiste", pero es la verdad de esta "road movie" con tractor que cuenta un hecho real.
Ahora, tras tres años y medio de peripecias, la presentan en la sección de Nuevos Directores del 61 Festival de Cine de San Sebastián.
Una tía abuela de De Nova vendió un viejo tractor a Hassan, un marroquí que decidió regresar en este vehículo a su país después de trece años como inmigrante en España, donde ya no encontraba trabajo a causa de la crisis.
La historia atrajo tanto a los dos cineastas que decidieron hacer del viaje de Hassan su ópera prima, seguirle en su aventura por las carreteras que separan Cózar (Ciudad Real) de Algeciras, y en el barco que cruza el Estrecho.
Pero descartaron hacer un documental de manera estricta y escribieron un guión, en el que se alternan sucesos improvisados con la intervención de personajes reales que se interpretan a sí mismos.
Así, el mecánico que repara el tractor de Hassan, el hombre que le presta ayuda con su moto o los guardias civiles que le paran en carreteras prohibidas a tractores se convierten en actores y dan, en unos casos más que en otros, una buena dosis de autenticidad a la cinta.
"La clave de cualquier improvisación es tenerlo todo bien preparado. Queríamos tener muy clara la historia para luego poder aprovechar lo que pasara y hacer cambios. Íbamos todo el tiempo ajustando el guión", explica el vigués Araújo.
También advierte que lo que les interesa es que se dude entre lo que es real y cuándo una situación está recreada y comenta que, por ejemplo, una de las secuencias con una pareja de guardias civiles ocurrió tal y como se muestra en el filme. "Pararon el tractor y casi nos paran el rodaje", añade.
Aseguran que en ningún momento se plantearon hacer una película que reflejara la realidad social del país y añaden que este largometraje también tiene mucho de "'western' crepuscular".
"Es la historia de una persona particular, de un luchador. Hablamos de la dignidad de Hassan por salir adelante, de alguien que ha renunciado a creer en el sueño occidental", indica De Nova.
"El Rayo", que es el nombre que Hassan da a su tractor, se rodó en cuatro semanas, con muy poco dinero, un equipo técnico "increíble". Fue un proyecto de "trabajos manuales", incluso con planos aéreos que tomó De Nova desde un parapente.
El problema vino con la posproducción, ya que surgieron problemas económicos con subvenciones comprometidas que no llegaban y que siguen a la espera.
Acudieron entonces a un foro de coproducción en Grecia, y allí unos productores portugueses decidieron aportar financiación. "Ahora estamos en la bancarrota por una película hecha con el corazón. Pero estar en el Festival de San Sebastián alivia mucho esa presión", afirma Araújo.
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