La festividad de la Virgen de los Dolores cobró este año un mayor auge gracias a la celebración de la hermandad del Huerto para conmemorar el séptimo aniversario de la coronación de la Virgen de Gracia y Esperanza y al regreso del besamanos de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad a su festividad.
La jornada comenzó con la función de la orden Servitas, presidida por el ya vicario de Santa María de Africa, de Ceuta, el Padre Ignacio Fernández de Navarrete y Bedoya, en lo que fue su despedida de San Fernando. De la misma forma, la Virgen de los Dolores estuvo expuesta en besamanos, al igual que la Virgen de las Penas de la hermandad de la Humildad y Paciencia, aunque la iglesia de la Ardila sólo estuvo abierta hasta las 14,00 horas.
Otra de las novedades fue el regreso del besamanos de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, del Santo Entierro, a la jornada festiva de los Dolores, toda vez que este besamanos fue eliminado de este día y pasó al domingo víspera del Domingo de Pasión. Con ello también se eliminó el triduo que la hermandad hacía en el mes de septiembre en la iglesia del Carmen.
La cofradía de la Vera-Cruz también celebró su función en honor de la Virgen del Mayor Dolor, mientras que la nota del día estuvo en la iglesia de la Divina Pastora, ya que la homilía del párroco de la Divina Pastora, el Padre Luis Palomino Millán, llevaba un gran recuerdo para Ignacio Bustamante Morejón, habida cuenta del amor que Ignacio tenía a la Virgen de Gracia y Esperanza, por cuya coronación luchó durante años.
El curso cofrade ha comenzado fuerte en cuanto a actos y participación se refiere.
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