Uno de los actos previstos durante su estancia y el que más ha incomodado al Gobierno español es que Ana de Inglaterra se desplazará a Gibraltar para inaugurar una clínica militar que lleva su nombre, Princess Royal Medical Centre, y que está construida en el istmo que une el Peñón con España, terreno que está sobre la controversia de la soberanía.
Nada más anunciarse la visita, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Angel Lossada, telefoneó el 16 de enero pasado a la embajadora de Reino Unido en España, Denise Holt, para transmitirle el “malestar” que había causado en el Gobierno el proyecto de este viaje real.
Para el Ejecutivo español, le indicó Lossada, este desplazamiento es “inoportuno” además de que “hiere la sensibilidad de la población española” y en particular, la del Campo de Gibraltar, añadieron las fuentes, que remarcaron no obstante el “respeto” que le merece al Gobierno español la Casa Real británica y cada uno de sus miembros.
No se descarta que se produzca una nueva reacción del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se lleve a cabo la visita, que dependería de cómo se desarrolle ese viaje.
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, declaró con motivo de la última visita de la Princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar, en junio de 2004 con motivo de las celebraciones del 300 aniversario de Gibraltar británico, que ese desplazamiento “no era una noticia positiva, al considerar que no ayudaba a relanzar el diálogo hispano-británico sobre el Peñón”.
Meses después, los Gobiernos de España y Reino Unido creaban el Foro de Diálogo sobre Gibraltar, que a criterio del senador socialista José Carracao podría verse perjudicado por esta visita, especialmente en el caso de que la misma fuera de alto nivel.
Landaluce resalta que esta visita causa perjuicios a España y Reino Unido
El diputado nacional del Partido Popular José Ignacio Landaluce aseguraba ayer que la visita que hoy comienza la princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar no favorece en absoluto los intereses del Reino Unido.
En este sentido, el diputado señaló que Gibraltar “ha sido puesto en el punto de mira por permitir prácticas económicas como el ‘dumping’, una práctica que ha sido calificada por los sectores económicos como competencia desleal. Esta situación afecta directamente al entorno empresarial más cercano en el Campo de Gibraltar, pero estas prácticas también suponen un claro perjuicio para las economías del resto de países europeos, convirtiendo a la colonia de Gibraltar en un paraíso fiscal que favorece esa competencia desleal y probablemente el blanqueo de capitales, algunos de ellos de dudosa procedencia.
Por tanto, la visita de un miembro de la Casa Real parece refrendar estas prácticas cuando menos anómalas. Para el PP debería llevarse a cabo “un pronunciamiento contundente de rechazo respecto a esta permisividad amparada por el régimen fiscal de la colonia”.
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