Andalucía

Sobrevive a un accidente en la CA-33 y lograr llega por su pie a su casa

Antonio Revuelta volvía de Chiclana la madrugada del sábado y tuvo que hacer una maniobra brusca para esquivar a un perro a la altura de Tres Caminos. Su coche dio dos vueltas de campana y tras estar una hora sin conciencia se levantó y fue por la autovía todo ensangrentado hasta casa de sus padres.

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Antonio Revuelta. -

Un par cortes en la cabeza, rasguños por todo el cuerpo y el un boquete en el codo. Esas han sido las lesiones que ha sufrido Antonio Revuelta Borrás, un joven de 29 años de San Fernando, tras el terrible accidente que sufrió en la madrugada del sábado a las cuatro de la mañana con su Toyota Celica en la CA-33 a la altura del polígono de Tres Caminos en el acceso a San Fernando cuando regresaba de Chiclana.

Todo sucedió tras esquivar con su vehículo a un perro, tocar con la mediana y dar dos vueltas de campanadas, la primera lanzó el coche veinte metros y la segunda otros diez, cayendo en una zona bastante frondosa de vegetación y fango.

Relata que, tras haber perdido el conocimiento durante una hora, recobró el sentido y algo aturdido buscó el teléfono móvil, que no encontró. Fue entonces cuando “completamente ensangrentado” salió a la autovía para pedir auxilio y, aunque a esa hora el tráfico era escaso, nadie le hizo caso. A partir de ese instante cogió por su propio pie y caminando muy mareado fue capaz de alcanzar por la autovía el Puente del Gran Poder y, posteriormente, llegar a su domicilio al filo de las siete de la mañana en la avenida de Pey Junquera a la altura del Jardín Botánico.

Una vez abajo de la vivienda paterna y por medio de silbidos logró que su madre abriera la persiana y le lanzase unas llaves sin percartarse en el estado en el que se encontraba. Tuvo que ser su padre el que bajase al abrirle la puerta y, una vez llegó a su casa, se desmayó en brazos de su madre.

“La primera impresión que se llevó mi padre es que estaba borracho y mi madre que había tenido una pelea. Yo no había bebido y a duras penas le dije a mi padre que había tenido un accidente. Se fue a buscar el coche hasta que no lo encontró”.

A las once de la mañana sus padres le llevaron a Urgencias donde le curaron de las heridas y le dieron algún que otro calmante. Todavía en estado de shock pudo acompañar a su padre para dar con el vehículo, ya que éste no pudo localizarlo, y una vez en el lugar del siniestro dar parte a la Guardia Civil para que la grúa fue a recoger el coche que quedó siniestro total.

La Guardia Civil

Antonio señala que la Guardia Civil “se echó las manos a la cabeza” porque “no se creía como yo había sido capaz de salir ileso”. Según le señalaron los agentes de la Benemérita el cinturón de seguridad y el hecho de que cayese en una superficie de fango fueron claves para que hoy día este vivo.

“Está claro que el pasado 20 de julio volví a nacer”, afirma el joven isleño, quien añade que “no entiendo como la gente viéndome ensangrentado por la carretera ni siquiera fue capaz de llamar a una ambulancia”. Además, reclama para dicho tramo un teléfono de emergencias como el que existe en las autopistas puesto que no es el primer accidente que se da ahí.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN