Desvelada la incógnita, Susana Díaz será proclamada próximamente como candidata del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía. Lo será por el inmenso apoyo recibido desde la apertura del proceso de primarias, pero, inevitablemente, porque también se siente con ganas y con fuerzas para afrontar un “nuevo tiempo” en el partido y porque quiere dignificar la esencia de una política útil, de servicio a las personas.
¿Se siente ya líder del socialismo andaluz?
–Lo que siento es mucha responsabilidad y la oportunidad de abrir un nuevo tiempo en Andalucía.
¿Imaginó alguna vez cuando formaba parte de Juventudes Socialistas que podría terminar participando en la carrera por presidir el Palacio de San Telmo?
–En absoluto. Y si me lo pregunta hace tan solo unos meses, tampoco hubiera imaginado que en un periodo de tiempo tan breve el presidente Pepe Griñán iba a dar un paso atrás para que el conjunto de los socialistas andaluces diésemos un paso adelante. Pero lo importante es que ahora lo vivo como un reto, desde la necesidad que creo y entiendo tienen los ciudadanos en este momento de que abramos un nuevo tiempo en la política y lógicamente también a nivel interno en el Partido Socialista de Andalucía.
¿No cree que habría sido mejor optar por un proceso de votación directa para elegir al candidato o candidata?
–Este proceso es un proceso histórico. Se le ha devuelto la legitimidad a los hombres y mujeres socialistas para que libremente decidan con quién quieren comprometerse. Yo he recorrido más de seis mil kilómetros por toda Andalucía en estos diez días. He visto la ilusión, las ganas, la fuerza de muchos compañeros y compañeras que volvían a las casas del pueblo, y cada vez que un compañero o compañera me entregaba su aval se estaba comprometiendo conmigo, estaba respondiendo por mí, por mi conducta, y entiendo que ése es el apoyo más importante que puedo tener y la mayor legimitidad que me puede ofrecer mi organización en un camino que no va a ser fácil.
¿Pero hubiera sido más sano para el partido?
–Ningún partido en Andalucía ha hecho lo que va a hacer el Partido Socialista. Es decir, este abrir un nuevo tiempo y dar participación en un momento en el que hay desencanto y desasosiego por la política, sólo lo ha hecho el PSOE, y no hay nada más sano que dar la voz y la legitimidad a los hombres y mujeres que integran este partido, y el aval es el compromiso, el responder por uno, por el comportamiento en este caso que tendré yo. El voto es el apoyo en un momento puntual, y aquí se trata de obtener con antelación el respaldo de mis compañeros y compañeras por medio del aval.
Si ha llevado la cuenta exacta de kilómetros diarios, ¿cómo es que no ha llevado la de los avales?
–No, porque no lo he hecho yo. Tengo la suerte de que en este camino me han acompañado muchos compañeros y compañeras del partido que son los que con la misma intensidad, la misma ilusión y las mismas ganas, han ido recogiendo el compromiso de otros muchos compañeros y compañeras. Lo importante es que ha sido una inmensa mayoría para poder abrir un nuevo tiempo desde la unidad, con la fuerza y la riqueza de la pluralidad del partido, pero siendo conscientes de que necesitamos un PSOE cohesionado y unido, detrás del Gobierno, en un momento muy complicado.
¿Cree que tras el proceso de primarias se va a cumplir con el calendario de la legislatura o Griñán repetirá con usted el gesto que Chaves tuvo con él cediéndole la presidencia de la Junta antes de las elecciones autonómicas?
–Yo considero que el presidente Griñán está con ganas de seguir adelante, de agotar la legislatura, aunque lo que sí es cierto es que él ha reconocido, desde la honestidad y desde la generosidad, que no va a volver a ser candidato y que esta legislatura es complicada y difícil, que no sabemos cuánto va a durar. Hay una voluntad del PSOE y de IU de que la legislatura dure lo que corresponde, tres años más, pero es verdad que estamos tomando decisiones y vamos a tener que tomar decisiones en las que falta la lealtad y la alianza del Gobierno de España, como por ejemplo ocurre con la elaboración del Presupuesto el próximo mes de septiembre y que va a ser difícil para los dos fuerzas políticas.
¿Necesitan estar fuertes en septiembre porque esas negociaciones pueden forzar una ruptura del pacto o porque se marchará definitivamente el presidente Griñán?
–No, yo creo que el presidente Griñán va a agotar la legislatura, lo que sí es cierto es que el proceso de elaboración del Presupuesto va a ser complicado, porque el Gobierno de España no está compartiendo con las demás autonomías el oxígeno que le ha llegado de Europa. El reparto del objetivo del déficit entre el Estado y las autonomías no es equitativo, no es justo, y eso nos va a poner en una coyuntura difícil a la hora de elaborar el presupuesto, y creo que ante esa circunstancia o cualquier otra que se pudiera producir, el PSOE debe estar preparado, ya que somos la segunda fuerza política en el parlamento, y eso implica que cualquier decisión que se tome necesita del voto favorable de las dos fuerzas políticas y eso exige muchas horas de diálogo y de consenso, y lo estamos haciendo, pero hay que entender que en cualquier momento puede ser difícil conseguir agotar la legislatura.
¿Está preparada para asumir la presidencia de la Junta, precisamente en un momento tan convulso?
–Me siento capacitada, con ilusión y con fuerzas, pero sobre todo siento que tengo un partido sólido por detrás, con talento, con hombres y mujeres que pueden aportar mucho en un nuevo tiempo que necesita Andalucía, y quiero que ese nuevo tiempo lo protagonicemos de manera colectiva, con todos y todas. Sé que va a ser difícil y complicado, pero además de todo eso creo que va a ser una oportunidad para que nos podamos reencontrar y reconciliar con muchos hombres y mujeres que se distanciaron de la política y también del PSOE.
Se ha presentado como revulsivo, ¿eso supone que el PSOE necesita renovación?
–Yo creo que la sociedad demanda el cambio. El 25 de marzo nos dieron la oportunidad, nos permitieron volver a gobernar, pero nos dieron un aviso. El aviso de que cambiásemos, que había habido momentos en los que se habían tomado decisiones que no se correspondían con los valores que nosotros representamos, y que hubo momentos en que aquellos valores con los que estoy comprometida, no se correspondían, y con humildad tengo que reconocerlo, con algunas actuaciones. Creo que el presidente Griñán ese mensaje supo entenderlo, formamos un gobierno de coalición, de izquierdas, sólido y fuerte, y el PSOE debe ahora dar un paso más, y ese paso más queremos que sirva para reencontrarnos con nuestra gente, con los ciudadanos, tejer alianzas y abrir ese nuevo tiempo que Andalucía necesita.
¿Hasta qué punto las anteriores elecciones autonómicas la han curtido para afrontar ahora este momento?
–Fueron difíciles, porque fue una campaña dura en la que, es verdad, las encuestas nos eran todas desfavorables, el desencanto asimismo de los ciudadanos en la política era natural y lógico: por un lado la corrupción sobrevolaba y por el otro la tasa de desempleo era insoportable, y el descrédito de todos los partidos era difícil de defender, pero el presidente Griñán y yo misma teníamos ilusión, y los ciudadanos de Andalucía, finalmente, nos dieron la oportunidad de volver a defender aquello de lo que nos sentíamos orgullosos, que era ser los arquitectos de la igualdad de oportunidades, y quizás momentos como ésos y campañas como ésa, marcan y unen mucho más, y ponen en valor lo que los socialistas representamos y con lo que estamos comprometidos.
¿Cuál es su planteamiento para Andalucía, qué es lo que quiere hacer de Andalucía?
–Yo quiero prestigiar la política, la política útil, la que le cambia la vida a la gente, porque sólo desde la política útil nos podemos enfrentar a los poderes especulativos y financieros que nos han traído hasta aquí, y para eso hay que defender la democracia, la igualdad de oportunidades y la economía de las personas. En otros tiempos se le ha dado demasiado espacio a la economía especulativa y hemos cedido demasiado espacio también y soberanía a instituciones que no están elegidas democráticamente y que lamentablemente están provocando daño y sufrimiento en muchas familias. Por otro lado, creo que nos hemos unido y cohesionado durante estos 30 años a nivel de infraestructuras de Andalucía, pero tenemos que dar un segundo paso importante, que es cohesionar social y políticamente Andalucía, para que no sintamos el agravio en ningún rincón de Andalucía con respecto al lugar donde se toman las decisiones, que no midamos en kilómetros lo que hay de Sevilla a Cádiz o Almería, sino que tengamos un proyecto global, lo que yo llamo un nuevo contrato social entre las provincias, aportando el potencial que cada una de ellas tiene y construyendo esa segunda fase que necesita Andalucía, que superen esos localismos que sólo llevan a enfrentamientos y no contribuyen a la riqueza de esta comunidad autónoma.
¿Se ve ‘baronesa’?
–Bueno, me veo en estos momentos con ilusión y con ganas para ser la próxima candidata a las elecciones de la Junta de Andalucía. Y eso es una gran responsabilidad. Los andaluces fuimos fundamentales aquel 28 de febrero, porque desde Andalucía se consiguió la autonomía para otros territorios. Y, ahora, desde Andalucía, los socialistas andaluces podemos garantizar muchos derechos que componen el Estado del Bienestar para otros territorios que no tienen esa posibilidad.
Sí se ha propuesto acabar con las disputas internas, ¿pero cómo ha conseguido ganarse la confianza de aquellos que en su día se mostraron críticos hacia el sector al que usted representaba?
–Bueno, del que yo formaba parte. Yo creo en el diálogo, en el consenso, estoy convencida además de que en un momento de tanta dificultad como éste los ciudadanos esperan de nosotros que unamos esfuerzos, que no malgastemos energía y nos volquemos en dar soluciones a sus problemas, y sé, porque me consta y así me lo han transmitido muchos compañeros y compañeras, que en las agrupaciones locales lo hemos pasado muy mal en los últimos años, que estos años han sido muy duros, que el anterior proceso de relevo al frente de la Secretaría General del partido no fue fácil, y estos años han estado demasiado entretenidos en cuestiones internas y los ciudadanos no necesitan en estos momentos este tipo de debates, sino que estemos en la calle con ellos, sabiéndoles dar respuesta y enfrentándonos a un gobierno de derechas egoísta que está desmantelando lo que tanto trabajo le ha costado a este país.
¿Cómo piensa actuar ante los casos de ruptura que aún se viven en algunas agrupaciones?
–Yo no busco el control, busco la confianza, la complicidad, aunar esfuerzos, contar con el talento de tantos hombres y mujeres que conforman este partido, y creo que es una oportunidad y me voy a entregar para que el conjunto de la organización sienta este proceso como suyo, porque es lo que le debemos a la militancia del partido y es lo que le debemos también a los ciudadanos de Andalucía.
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