Notas de un lector

Aprender disfrutando

Como bien sentencia el refrán, “el saber no ocupa lugar”, y qué mejor estación que la estival, para abrir las páginas de estos libros y dejarnos ganar por tanta y tan cromática sabiduría

Se suele entender el período estival como un tiempo propicio e  imprescindible para la lectura. En el caso de los más pequeños, son muchos los educadores que recomiendan a los padres que sus hijos no abandonen los hábitos adquiridos a lo largo de nueve meses de curso -leer, escribir…, repasar, en suma, lo ya aprendido-Sin embargo, hay otra corriente de opinión, que cree que estas deshoras veraniegas son idóneas para olvidar por completo la rutina escolar y dedicar tiempo al juego, al descanso, a la creatividad, o lo que es lo mismo, al mayor ocio posible.
No es sencillo posicionarse sobre este aspecto, pero quien esto escribe, desde su posición de padre y de docente, sí que apuesta por un equilibrio donde el aprendizaje sea  lúdico y donde se pueda aprender disfrutando, lejos de la cotidianeidad del aula y del agobiante compromiso de exámenes y notas.

     Son muchas las editoriales, que aúnan sus esfuerzos para ofrecer una amplia variedad de opciones que permitan a los estudiantes seguir rindiendo y reforzando los conocimientos en esta época de descanso.
Por su atractivo, y por su habitual esmero, me detengo en lo que podría ser un perfecto ejemplo para que el citado reforzamiento estival resulte muy grato

Fiel a sus ideales-“conseguir que los lectores aprecien el libro como un tesoro”-, la editorial Macmillan Infantil y Juvenil, tiene en su colección “Asombrosos 3D”, un espléndido universo para instruirse y divertirse.
Recomendado para los chicas y chicos de entre 8 y 12 años, son ya seis los volúmenes editados, “Bichos”, “Dinosaurios”, “Planeta Tierra”, “Sistema Solar”, “Océanos” y “Selvas”. Cada uno de ellos, cuenta en su interior  con cinco asombrosos pop-ups en 3D y una sugerente y detallada información sobre los temas citados.
Así, el lector niño -y el adulto-, podrá ilustrarse sobre los distintos hábitats marinos y los animales que viven en los océanos,  sobre la inmensa variedad y riqueza de la fauna y la flora de la selva del Amazonas; no falta información en torno a los planetas enanos, a las más de cien lunas, cometas, meteoroides, asteroides y otros fascinantes objetos estelares existentes.  Podrá descubrirse por qué cambia el aspecto de la corteza, por qué tiembla la tierra o entran en erupción los volcanes, cómo evolucionaron los dinosaurios desde pequeños predadores hasta  convertirse en gigantescos animales, además de adentrarse en la variedad de territorios de los insectos y otros seres de menor tamaño.

     Además, cada capítulo, incluye una oportuna introducción que sirve para situar el tema a tratar y que, por ejemplo, en el titulado “Bichos”, da cuenta de que los insectos pertenecen al gran grupo de los artrópodos o animales de patas articulados, que son invertebrados, que se dividen en crustáceos, insectos, arácnidos y miriápodos, que sus usuales terrenos son las selvas tropicales, los bosques templados, el desierto, los ríos y los lagos y las cavernas subterráneas…,y que las madrigueras del alacrán cebollero llegan a medir hasta seis metros de largo.

     Como bien sentencia el refrán, “el saber no ocupa lugar”, y qué mejor estación que la estival, para abrir las páginas de estos libros y dejarnos ganar por tanta y tan cromática sabiduría.

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