El abogado Francisco Javier Carazo Carazo ha recibido la Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía y lo hizo en un acto multitudinario celebrado en el salón de vistas de la Audiencia Provincial, en el que estuvo acompañado de personalidades del poder judicial, compañeros y familiares.
Recibió la mayor distinción en el ámbito de la Justicia y le fue impuesta por el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer Díez; y el decano del Colegio de Abogados de Jaén, Vicente Oya Amate.
“Es un acto de justicia”, coincidieron el decano del Colegio y la presidenta de la Audiencia Provincial, Elena Arias Salgado, ya que Javier Carazo ha sido decano de la institución colegial y actualmente es miembro del Consejo Andaluz de la Abogacía.
Por su parte, el homenajeado destacó en su discurso la “gran labor que desarrolla la Abogacía y su compromiso intrínseco con la sociedad”. Carazo recordó la figura de su padre, también abogado y decano del Colegio de Abogados de Jaén, a quien tuvo siempre y aún lo tiene presente como referente en el ejercicio de su profesión. Además, repasó los grandes problemas a los que se ha enfrentado en su etapa como decano, al igual que lo logros conseguidos y los buenos momentos compartidos entre compañeros.
“Esta distinción es para mi un honor, un privilegio y un gran estímulo para poder seguir trabajando en la Abogacía y seguir sembrando e inculcando la pasión por la misma en mi entorno, en mis compañeros, en la profesión”, dijo.
El presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, expresó su satisfacción por poder presidir la entrega de la Gran Cruz al Mérito al Servicio de la Abogacía a Javier Carazo, por ser un acto “meritorio y justo”. Repasó la evolución de la Abogacía que hoy día “ha plantado cara a un Gobierno para defender a la clase media y pedir unidos la retirada de las tasas judiciales”, terminó Carnicer.
Siempre tuvo una "fuerte vocación”
“Siempre tuve una fuerte vocación por la Abogacía” ha declarado a VIVA JAÉN Francisco Javier Carazo, un incansable trabajador, amante de la profesión que vio ejercer a su padre desde niño. Tras 33 años ejerciendo de lunes a domingo con la satisfacción de ayudar y prestar el servicio por el que tiene auténtica vocación, ha recibido la gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía por voluntad de sus compañeros.
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