Juana Vacas, la anciana de Torredelcampo de 74 años de edad cuya hija Purificación murió a manos de F.J.M. en marzo de 2011, ha negado que fuera informada en la notaría de las deudas que heredó tras el fallecimiento, si bien ha asegurado que de conocer las características de la herencia no habría firmado porque "no es tonta", señaló a los periodistas tras la vista oral que acogió ayer miércoles el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Jaén para tratar la nulidad de la herencia. Vacas, junto a su hija Encarnación, aseveró que no habría aceptado una herencia con la que se echaba “un marrón encima”. Además, ha querido dar las gracias a la ciudadanía "por lo bien que se ha portado con ella", pues, como se recordará, más de 165.000 personas han apoyado con su firma a través de un portal digital que la herencia sea declarada nula al objeto de que la mujer pueda conservar su casa.
Preguntada por su estado de ánimo indicó que "tiene fuerzas para seguir adelante". Asimismo, Encarnación, junto a medio centenar de personas apoyándola, la mayoría de la plataforma ‘Stop Desahucios’, defendió que “hay que depurar responsabilidades”.
En el juicio, señaló que la herencia que recibió Juana era "la sexta parte de su propia casa", con lo que "qué interés podía tener", se ha preguntado asegurando que "mientras viviera era su casa". Así, ha mencionado que han declarado "tres notarios", que al parecer han aludido al "tiempo de vacaciones", apuntando que "uno se dejó en su puesto al otro y el otro al otro, y entre pillos anda el juego", ha expresado Encarnación.
Al respecto, ha expuesto que "el otorgamiento de la escritura duró entre un minuto y un minuto y medio y no se le leyó nada".
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