La gastronomía es uno de los mayores placeres de la vida y saber elaborar un plato, vanguardista o tradicional, no importa, interesa hoy día más que nunca a personas de todas las edades que se quieren convertir en chefs.
Pero el interés se ha despertado entre los más jóvenes, que encuentran en la cocina una alternativa profesional, pero sobre todo saciar una vocación muy personal que cada vez tienen más jienenses.
Tienen el gusto por la elaboración, pero el verdadero placer lo da el sabor de los platos que elaboran, el llevar a la mesa una creación culinaria original con el sabor de siempre para disfrutarlo en familia o con amigos.
El gusto por la cocina ha crecido en los últimos años y en la actualidad es una realidad que se palpa en la demanda para el ingreso en instituciones como la Escuela de Hostelería Gambrinus, que oferta 40 plazas para la formación en 'Sala' y 'Cocina' durante un año, alternando la teoría y la práctica por quincenas. Siempre quedan aspirantes en la lista de espera, pues la demanda supera a la oferta, y este año prevén que serán más jienenses los que se interesen por formarse y adquirir la técnica ante programas como MasterChef, que están poniendo aún más de moda el gusto por la cocina. Así lo valora el profesor de Sala de la Escuela, Fernando Martínez, preguntado por VIVA JAÉN.
Alumnos de 16 años son los más jóvenes matriculados y a esa edad ya han descubierto que quieren ser los futuros chefs, formados en Jaén, pero con proyección nacional. Y es que el curso ha acabado recientemente y los alumnos que han aprobado preparan sus maletas para hacer las prácticas este verano en restaurantes de toda España, la gran mayoría con estrella Michelín. De esta manera tienen la oportunidad de aplicar todo lo aprendido de la mano de grandes maestros de las cocinas españolas y buscarse un hueco profesional.
No tienen cámaras de televisión que los graben trabajando, ni la presión de una audiencia televisiva que está batiendo récords, pero si en las cocinas de la Escuela de Hostelería Gambrinus se pudieran grabar, la sociedad sería testigo del “buen ambiente de trabajo” que se respira.
Y es que le dedican durante un año ocho horas diarias de formación académica para ser profesionales. El premio no son 100.000 euros, ellos pagan por formarse, pero sí la satisfacción de trabajar o abrir un restaurante.
Eva, Fabián y Juan Manuel se enfrentan al duelo más duro en la cocina el martes próximo. Mientras, desde Jaén, salen para hacer prácticas en los mejores restaurantes españoles los alumnos que han superado este curso académico y quién sabe si entre ellos puede estar el mejor chef de Jaén.
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