Cada vez que en la Bahía de Cádiz se deja notar un temblor, por leve que sea, la población se alarma y el fantasma de un terremoto grave o de un maremoto vuelve a aparecer. Sin embargo, este tipo de seísmos leves son benignos, según explica el presidente de la International Association of Emergency Managers en España (IAEM en siglas en inglés, Asociación Internacional de Gestores de Emergencias en español), el gaditano José Antonio Aparicio, quien destaca que “no hay motivo para la alarma”.
Aparicio afirma que “la Tierra está liberando energía acumulada a lo largo de siglos mediante fracturas que se están produciendo en pequeños planos de fallas. Lógicamente esto es bueno, ya que evita que la energía se siga acumulando, evitando con ello un terremoto mayor”. Añade que “lo preocupante es que no hubiera terremotos, porque la Tierra necesita ‘desahogarse’”. Y es que temblores de mayor magnitud que el del miércoles en Cádiz ocurren de vez en cuando. “Estos terremotos, aunque raros, son esperables en las costas de Cádiz y son causa de nuestra proximidad a la falla Azores-Gibraltar-Túnez, que divide la placa tectónica africana de la placa eurasiática. Dentro de la deriva continental, la placa africana empuja a la placa eurasiática a razón de 5 milímetros al año, y la segunda se resiste a este movimiento, por lo que se acumulan energías subterráneas que se liberan con el tiempo en forma de pequeños terremotos y microsismos”, afirma Aparicio.
“En concreto, en la vertical trazada entre El Puerto de Santa Maria, Bahía de Cádiz, oeste de Cádiz, Torregorda, oeste del Castillo de Sancti Petri, costa de Chiclana y costa de Conil existe una falla o grupo de pequeñas fallas en las que también se acumula esta energía y que desde hace unos tres años se está traduciendo en terremotos sentidos por la población”, añade.
El del miércoles a las 14.28 horas fue de magnitud 2.8 en la escala de Richter, sin embargo, “el 2 de febrero de este año 2013 hubo otro de 4,6, mucho más profundo, al este de Chiclana”.
Y no pasó nada. El epicentro del pequeño seísmo del miércoles fue “muy superficial (probablemente menos de cinco kilómetros) y muy cerca de la costa, a unos cinco kilómetros al suroeste del Castillo de San Sebastián, lo que justifica que muchas personas de especial sensibilidad o situadas en pisos altos hayan notado un ligero movimiento de objetos y del suelo”, afirma Aparicio.
Previsión
Nunca se sabe con certeza si un terremoto grave se va a producir y cuándo, “pero aunque se podrán seguir registrando terremotos” de magnitud parecida al del miércoles “en próximas fechas (días, semanas, meses o años) y dentro de esta área litoral gaditana, es poco o bastante improbable que sean de mayor magnitud” como el ya mencionado de Chiclana.
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