Almería

Condenado a cinco años un atracador que robó 27.600 euros en una sucursal bancaria de El Ejido

El Alto Tribunal rechaza, no obstante, que la entidad financiera a la que pertenecía la oficina donde se perpetró el robo deba pagar en concepto de responsabilidad civil a una de sus clientes

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El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de cuatro años y nueve meses de prisión a un atracador que, en mayo de 2007 y en compañía de otra persona, se personó armado en una sucursal bancaria ubicada en pleno centro de núcleo urbano de El Ejido (Almería) y se hizo con un botín de 27.600 euros que nunca fue recuperado.

   El Alto Tribunal rechaza, no obstante, que la entidad financiera a la que pertenecía la oficina donde se perpetró el robo deba pagar en concepto de responsabilidad civil a una de sus clientes, quien sufrió una "crisis nerviosa" y a la que, según dictó el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, debe abonar el acusado una indemnización de 20.000 euros.

   El atracador, con numerosos antecedentes por robo y falsificación, acompañado de una segunda persona ya fallecida, "de común acuerdo y con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito", se personó en una sucursal de la Avenida Bulevar de El Ejido y, tras al acceder al interior, se acercó a la mesa donde se encontraba la directora.

   Tras depositar el maletín de color marrón que portaba en una silla, y "sin decir nada", lo abrió y sacó un arma de fuego, que exhibió a la vez que decía: "Ya sabes lo que es esto, así que no toquéis nada. ya sabéis que si suena el teléfono es porque habéis tocado la alarma".

   Después, se dirigió a un empleada, a la que preguntó si el dispensador y la caja fuerte tenían "retardo", a lo que ella respondió que sí. Le indicó que sacara "dos cantidades de 1.800 euros" y que "abriera la caja fuerte". Mientras esperaban la apertura del mecanismo, se dirigió con la directora a la caja, le pidió que la abriera y se hizo con un total de 24.000 euros.

   Tras guardárselos, ordenó a "todas las personas que allí se encontraban" que se introdujeran en el aseo y que hasta pasados "cinco minutos" no salieran del mismo, marchándose rápidamente del lugar. El tribunal de la Sección Segunda le condenó a cuatro años y tres meses por un delito de robo con intimidación y a seis meses por un delito de lesiones.

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