Cuando en noviembre de 2011 les entregaron sus viviendas, los vecinos de Residencial Tres Olivos II, que promovió Inverhaus XXI S.L, entonces del Grupo Basilio Iglesias, no sospechaban ni por asomo lo que se les venía encima. La promoción, situada en la avenida Juan Carlos I y de más de 100 inmuebles, tiene 58 vendidas y otras 42 a las que aún no ha dado salida en el mercado, una situación que están empezando a pagar los propietarios.
Según denuncia la junta directiva de la comunidad, desde enero han tenido que doblar el importe de sus cuotas (de 50 a 100 euros)después de que la promotora haya dejado de abonar los recibos de las cuotas comunitarias que le corresponde por las viviendas, casas unifamiliares, locales y plazas de garaje que aún no han vendido. Este impago, que cuantifican en más de 20.000 euros, ha provocado que empiece a resentirse la cuenta de la comunidad y no sea posible atender los pagos de agua, luz, servicios y empresas contratadas para el mantenimiento de este residencial.
Pero sus problemas no acaban ahí; después de año y medio aún siguen esperando que les arreglen sus desperfectos y, como denuncia Gonzalo Fernández, administrador de esta finca, hay vecinos que tienen “el suelo del salón levantado, sanitarios rotos y problemas de humedades”. A esta serie de deficiencias, suman también los problemas de filtraciones de agua que tiene la piscina. Ante estas circunstancias, desde la junta directiva tienen claro que el compromiso público de la promotora de hacerse cargo de la subsanación de los desperfectos de las viviendas entregadas y de las zonas comunes, por medio de una empresa contratada, ha caído en saco roto. “No da la cara ni atiende a las llamadas y correos enviados por los propietarios (casi la mayoría), que tienen problemas”, se quejan.
Para más inri, como apuntan, pese a que desde Basilio Iglesias se dijo que una nueva sociedad y un nuevo administrador se ocuparían de todo cuanto fuese necesario para solucionar las cuestiones que han quedado pendientes, han intentado sin éxito ponerse en contacto con el administrador, nombrado, según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicado con fecha 22 de Febrero de 2013. “La carta que le hemos enviado certificada con acuse de recibo a la dirección de la nueva sociedad, nos ha llegado devuelta por ser desconocidos en la dirección en la que nos constaba estaba domiciliada”, apuntan en un comunicado. Tras no acceder a un acuerdo para arreglar los desperfectos de las zonas comunes que les ofrecieron los antiguos propietarios de la sociedad Inverhaus, ofreciéndoles una “ridícula cantidad” a cambio de que renuncien a cualquier acción o reclamación a Parque Nazaret, la constructora, los vecinos dan una semana de plazo para que Inverhaus o la nueva empresa a la que se ha vendido se ponga en contacto con ellos; de lo contrario, como advierten, iniciarán “cuantas acciones judiciales sean necesarias” para reclamar el pago de las cuotas y el arreglo de sus casas.
LA OTRA VERSIÓN
“Basilio Iglesias no puede hacer absolutamente nada después de haber trasmitido la sociedad. Entiendo perfectamente a los propietarios”
Fuentes del Grupo Basilio Iglesias han indicado a este periódico que si bien entienden “perfectamente” las quejas de los propietarios, desde enero, fecha en la que este grupo “transmite” la sociedad Inverhaus, BI no tiene que responder por esta situación, sino los nuevos propietarios a los que ha sido vendida esta sociedad. “Hasta enero, (fecha desde la que se ha dejado de pagar los recibos de las cuotas comunitarias por viviendas y locales y plazas de garajes sin vender), se estaba al corriente en estos pagos, tanto con el administrador de fincas, como con el Ayuntamiento de Jerez y con la Junta de Andalucía, pero una vez que la sociedad se ha vendido nosotros no podemos hacer absolutamente nada, son los nuevos propietarios los que están incumpliendo”, apuntan las mismas fuentes. Pese a todo, resaltan que la voluntad del Grupo Basilio Iglesias para mediar en esta situación ha sido siempre la de “llegar a un acuerdo”, y, en cualquier caso, en el momento que Inverhaus, como promotora, pagara a Parque Nazaret, la constructora, el montante económico que, según estas mismas fuentes, le adeuda, esta acometería los desperfectos de los inmuebles. A comienzos de año trascendía públicamente que el Grupo Basilio Iglesias, uno de los principales y más antiguos promotores de viviendas en Jerez, se plantaba y traspasaba junto con sus activos la sociedad instrumental que gestionaba todas sus operaciones inmobiliarias a una sociedad madrileña que gestiona fondos de inversión. A partir de ahí, cerraba a cal y canto sus oficinas y despedía al personal que tenía en nómina.
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