La Fiscalía de Sevilla ha pedido al juzgado que deduzca testimonio por el presunto delito de una madre al "obstruir" los contactos de su hijo con su expareja y que estudie un posible cambio de custodia.
La Fiscalía, en un escrito al que ha tenido acceso Efe, denuncia la "conducta obstruccionista" de la madre M.M.G.B. y pide al juzgado de Violencia sobre la Mujer que "sin necesidad de nuevo requerimiento ni apercibimiento" la denuncie y que el equipo psicosocial analice a toda la familia materna para determinar si el niño de 2 años sufre una situación de "desprotección".
Previamente, la fiscal de Violencia de Género había constatado que no se había llegado a realizar ninguno de los 17 contactos entre padre e hijo en el Punto de Encuentro Familiar porque el niño llegaba con una "respuesta de alta intensidad" consistente en "llanto intenso, alta agitación y evita el contacto físico y visual con cualquier miembro del equipo técnico".
Esa actitud del menor solo podía deberse al "obstruccionismo" de la madre y su entorno, pues "no es acorde ni con el trabajo de los técnicos ni con los escasos contactos con su padre", según la fiscal.
En un escrito de diciembre de 2012, la fiscal consideró que se estaba produciendo "un deterioro físico y psicológico" del niño y que constituía "un riesgo para su bienestar mantener el régimen de relaciones en el Punto de Encuentro Familiar", por lo que pidió que se valorase un régimen de visitas progresivo, mediante un familiar de confianza, y "descartando la alternativa de suspensión de comunicación de padre e hijo".
En otro escrito del pasado 8 de mayo, la fiscal solicita que se estudien "fórmulas alternativas de custodia" del menor y que se denuncie a la madre por un posible delito en su "conducta obstruccionista".
El abogado del padre, Manuel Pérez Peña, ha dicho a Efe que la juez ordenó contactos de una hora a la semana en el Punto de Encuentro Familiar en marzo de 2012, éstos no empezaron hasta noviembre y "desde entonces a ahora el niño solo se ha relacionado con el padre unos veinte minutos".
Según los informes del Punto de Encuentro, el niño vomitaba al llegar, se negaba a bajar de su sillita, gimoteaba ante cada intento de acercamiento físico, se aferraba a las faldas de su madre y se negaba a mantener contacto con los profesionales del centro, por lo que el juzgado advirtió a M.M.G.B. en mayo de 2012 de que debía "abstenerse de hacer comentarios de tipo peyorativo que puedan inferir negativamente en el hijo en orden a la evolución hacia un régimen de visitas normalizado".
Con ocasión de la separación de la pareja, la misma juez de Violencia de Género archivó una denuncia de M.M.G.B. por violación y malos tratos contra su compañero.
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