Antes de todo esto se vio un partido distinto, con un cuadro pucelano pletórico y un Villa que acusaba las bajas (sin americano, sin Chagoyen y con Guillén jugando mermado por una gastroenteritis).
El encuentro se puso bien desde el principio para los intereses gualdiverdes. Dos canastas de Alejandro Alba al contraataque, un triple de Levi Rost y otro de Guillén daban la primera ventaja barreña: 10-2.
Pero apareció la figura del ex de la casa, Van Lacke. Y en el primer cuarto, él solito le dio la vuelta al partido pues tras un 12-6 metió a su equipo en la lucha con un triple... y luego otros dos más una canasta permitían dar la vuelta al marcador: 12-19, para terminar el primer cuarto 18-21.
Los segundos diez minutos fueron un vendaval... violeta. Los de Fisac salieron enchufadísimos y sin dar opciones a los de Fernández (parcial de 17-30). Poco a poco, con pequeños parciales de 0-5, Valladolid rompió el partido, para acabar ganando al descanso por un espectacular 35-51.
Pese a los ánimos de los técnicos a sus pupilos, el arranque del tercer periodo fue un poco desalentadora pues Van Lacke, desde más allá del 6,25 permitía coger la máxima renta: 35-54.
Pero fue entonces cuando el amor propio y las ganas de superación del equipo barreño dieron alas a los locales.
Moncho Fernández volvió a alentar a sus jugadores, y éstos se creyeron que podían remontar. Y vaya si lo hicieron. Con una gran defensa, redujeron la desventaja hasta los 8 puntos para iniciar el último cuarto: 56-64.
El último asalto del partido fue trepidante. La pareja arbitral sancionó al banquillo local con una técnica, pero Eric Sánchez tomó las riendas del partido, y se convirtió en un tornado ofensivo.
Llevó en volandas a sus compañeros (con el apoyo siempre incondicional del público), y el Villa remontó.
Tanto fue así, que, faltando 13 segundos para acabar el encuentro, Ricardo Guillén transformaba un triple desde la esquina y con la mano del defensor en la cara que parecía dar el triunfo al Villa (79-76). Los gritos de MVP atronaban en el Samuel Aguilar. Sin embargo Van Lacke aún se guardaba un as en la recámara y empató desde siete metros a falta de 9 segundos.
un calco de la ida
Durante unos momentos, los aficionados barreños vivieron un déjà vu pues el partido era un calco de lo que sucedió en el Pisuerga pues hasta la última posesión para evitar el tiempo suplementario fue para el Villa, pero al igual que en la primera vuelta, falló en el ataque que pudo decidir el encuentro.
En el tiempo extra, Los Barrios demostró tener más confianza que su rival. Las faltas personales también mermaron las rotaciones visitantes, y el Villa aprovechó para, desde la línea de tiros libres, coger una renta de 4 puntos, a falta de 20 segundos (89-85).
Pero, a diferencia de la ida, los gualdiverdes sí ataron el encuentro y el triunfo se quedó en Los Barrios con lo que se asientan en puestos de play-off.
Crónica
Villa de Los Barrios, 90 (18+17+21+23+11): Xavi Vallmajó (0), Ross Schraeder (7), Levi Rost (22), Alejandro Alba (4) y Ricardo Guillén (26) -cinco inicial- Gonzalo Sánchez (-), Marc Picó (0), Jesús Castro (7), Eric Sánchez (18) y Antxón Iturbe (6).
CB Valladolid, 87 (21+30+13+15+8)): Stephane Dumas (16), Federico Van Lacke (28), Dan Grunfeld (16), Víctor Baldo (6) y Robert Battle (11) -cinco inicial- Sergio de la Fuente (-), Xavier Puyada (6), Dimitri Jorssen (1), Georgios Pavlidis (0) y Johrnan Zamora (3).
Marcador cada cinco minutos: 12-9, 18-21; 24-38, 35-51 -descanso- 46-58, 56-64; 68-75 y 79-79; y 90-87.
Árbitros: Angel de Lucas y Fernando Calatrava. Eliminados por faltas personales Ross Schraeder, Dimitri Jorssen, Víctor Baldo y Johrnan Zamora.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 22ª de la liga Adecco LEB Oro, disputado en el Pabellón Soldado Samuel Aguilar ante, aproximadamente, 500 espectadores.
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