Trajes de noche y fantasía que reflejan su vínculo "en construcción" con el mundo de la moda es el proyecto de los alumnos de Diseño y Bellas Artes de la Universidad Francisco de Vitoria que inauguran "El Tiempo es Ahora", en el Museo del Traje de Madrid.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 26 de mayo, y que será apadrinada esta tarde por Enrique Loewe, presidente honorífico de la firma de marroquinería española, refleja la trayectoria académica de los alumnos, quienes ahora comienzan su andadura "real" en un mundo que adolece de muchas cosas, "pero no de falta de creatividad".
Es lo que opinan las profesoras Itziar Esteban Infantes y Abigail Aguirre Araújo, quienes reconocen que la situación es "difícil", aunque estiman que los alumnos poseen unas ganas y una "ilusión" que les permitirán "comerse el mundo".
Los propios alumnos se han encargado de coordinar la exposición, integrada por trajes y diseños de alumnos de primero, tercero y cuarto de Grado. Además, han diseñado un decorado minimalista en el que se aprecian elementos simbólicos como el calendoscopio, que representa el amalgama de colores que inunda los diseños.
Sus creaciones son muy distintas y representan una polifonía de visiones del mundo y de la moda.
Sin embargo, han ideado un recorrido "coherente" que refleja la trayectoria académica de estos jóvenes diseñadores, a través del cual el espectador puede deleitarse con piezas que son auténticas "obras de arte", opina Aguirre Araújo.
Un vestido amarillo de gasa, de Rebeca Álvarez, sirve como punto de partida al itinerario; le siguen otros diseños de noche en los que los estudiantes han desplegado toda su "inventiva" y creatividad, según las docentes, esperanzadas en que la exposición sea la "ventana" por la que la sociedad se asome al trabajo "original" y genuino de sus alumnos.
El recorrido aparece como "una mirada hacia atrás"; se trata de que el espectador vea el producto final (los vestidos) y retroceda a los orígenes del proceso creativo, vinculado con el esbozo de los primeros bocetos, el diseño de los patrones y el proceso de confección con la máquina de coser y el maniquí.
Así, a medida que la muestra avanza en "flashback" el público se sumerge en el mundo del diseño y aprecia un espacio que recrea la mesa donde el modisto cose y confecciona, así como otro en el que se recogen los bocetos que recogen las primeras ideas del artista.
Cristina Arias, una de las alumnas organizadoras, justifica esta inclinación por enseñar primero el producto y luego el proceso; la gente solo ve "la parte final" pero no conoce lo "difícil" que es concebir un diseño y luego materializarlo en un traje, "queremos que el espectador aprecie esa evolución", explica.
"Nuestros estudiantes", coinciden Esteban Infantes y Aguirre Araújo, son gente "muy preparada" y se contaminan del cine, la moda, la literatura, el arte y los viajes para crear. Su experiencia sensorial con el mundo la rematan con su impronta personal y, como resultado, arrojan trajes que reflejan su "yo" interno.
Los vestidos más representativos de la muestra son un traje negro y azul rematado con pedrería, de Macarena Ramírez; un vestido rojo con plisados, de Ignacio Martínez; un diseño corto con la espalda descubierta en forma de "V", de Laura Calvo; y otro de color negro bordado a mano por su creadora, Belén Soto.
El próximo 30 de mayo, los alumnos celebrarán un desfile, también en el Museo del Traje, para enseñar estos y otros vestidos. A esta cita acudirán diseñadores de la Asociación de Creadores de Moda de España, además de otras personalidades relevantes del sector.
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