Una noche con duende, la del pasado viernes día diez, un hombre de los que dejan huella, Luis Soler Guevara. Un libro,”Reflexiones sobre el Flamenco y los Flamencos”. Yo estuve allí, no ya en mi calidad de amigo del autor ni de directivo de la Sociedad del Cante Grande, ni tan siquiera por ser el prologuista de la obra.
Estuve allí como militante de los cantes de Mairena, del Chaqueta, Tío Mollino, el Cojo de Málaga, Camarón, Chano Lobato, La niña de la Puebla, Tío Borrico, Manuel Moneo, Fosforito, la Niña de los Peines, la Paquera o nuestro singulares y cercanos José y Pedro Pañero o Canela de San Roque entre tantos y tantas que serian imposible enumerar.
Y lo hice como un humilde palmero, compartiendo cartel con artistas de la talla de Miguel Alberto Díaz, Pepe Vargas o el propio padre de la obra el gran Luis Soler y con la presencia del maestro Pepe de Lucia que abrió el acto de presentación con unas cariñosas palabras hacia el padre de la criatura, y la solera y el prestigio de esta veterana entidad con más de cuatro décadas de historia, y un escenario que ha visto a las más grandes figuras de cante, del toque y el baile.
Cuando mi amigo Luis Soler, me pidió hacer el prólogo de este libro, lo asumí con ilusión y humildad, pero bajo las premisas de las cuatro erres, responsabilidad, respeto, reconocimiento y reflexión. Me llamó la atención, que es tal vez, el primer trabajo literario sobre el flamenco en el que no hay recursos hacia la galería, ni una sola foto ni una ilustración, todo el esfuerzo centrado en un camino permanente de ida y vuelta entre lo VIVIDO, LO SENTIDO Y LO REFLEXIONADO.
A lo largo y ancho de esta recopilación de artículos y conferencias, se respira un planteamiento de seriedad y rigor que en ocasiones nos sorprende con una actitud de ruptura revolucionaria con los cánones establecidos por algunos que se creen el ombligo del mundo.
Luis es una de las personas más honradas que conozco y eso se ha traducido en ésta, como en toda su obra por su COHERENCIA y SU AUTENTICIDAD. Este libro de “Reflexiones sobre el Flamenco y los Flamencos” es una muestra más de su conocimiento, su calidad y su compás.
Desde su rigor para no caer en la tentación del recurso manido y estereotipado y el superar la tendencia a encerrarse en una urna de cristal al margen de la realidad para mantener la pureza, desde el respeto a las raíces, se muestra abierto a la digna evolución e innovación de una de nuestras artes más genuinas, el FLAMENCO.
Todas sus páginas están impregnadas de la valentía que han caracterizado su vida, afrontando determinadas posiciones que pueden resultar incómodas o políticamente incorrectas, pero que son el mayor síntoma de su honestidad intelectual. Su naturalidad y falta de afectación para llamar a las cosas por su nombre es la mejor tarjeta de visita para invitarnos a leer estas reflexiones.
Con su intimidad y su origen andaluz, Luis Soler reivindica la universalidad del FALMENCO, pero como un arte abierto al mundo y a sus influencias, en el que podemos descubrir un grito, un quejio o la expresión alegre de una voz perdida y encontrada en cualquier plaza, calle, patio o en esos templos de nuestras peñas.
Luis nos ofrece un recital, que no nos debemos perder, con todo el sol, la sal y el son de nuestra tierra y nuestras gentes, con todos los palos, los pasos y los acordes.
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