Andalucía

Hermana mayor de Emigrantes

“Para mí el Rocío lo es todo, es lo que he vivido desde que era pequeña”

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  • Rocío Méndez -

Su vida está ligada desde que nació a la Hermandad de Emigrantes. Con tan sólo dos meses de vida hizo su primer camino, y junto a su familia ha viviendo momentos tan especiales como el nombramiento de hermana mayor de su madre y su abuela. Ahora, esta joven lepera toma el testigo para guiar a su hermandad hacia la Virgen del Rocío desde el próximo miércoles. Apenas tiene tiempo para nada, pero la emoción es tan grande que nada importa. Sólo tiene un deseo, poder llevar a todos los hermanos bien a la aldea.

¿Cómo surge la idea de presentarte a hermana mayor siendo tan joven?
–La verdad es que llevaba mucho tiempo para presentarme, pero este año mi madre tenía una promesa y decidió presentarme sin decirme nada, me dieron una sorpresa. Abrieron candidatura fuera de plazo en octubre porque no había candidatos, y sólo me presenté yo. Soy la hermana mayor más joven de Emigrantes.

¿Qué conlleva ser hermana mayor?
–Todo tiene un coste: el bar, las flores del Simpecado, las estampas, la comida de los peregrinos… Y guiar a la hermandad e intentar que transcurra todo con normalidad, que salga todo lo mejor posible. Es una gran responsabilidad, porque tienes que estar pendiente de muchas cosas, de los carros, tractores…

¿Cómo va a ser la comitiva de Emigrantes este año?
–La hermandad tiene unos 2.000 hermanos, llevamos 16 carros tradicionales -en total 32 de enganches entre tradicionales y charrés-, 23 tractores y 18 coches de apoyo. Caballos y peregrinos no se sabe porque aún están las listas abiertas para apuntarse, que se dejan hasta el último día. Es importante que se apunten para llevar un control del Plan Romero y para las previsiones.

Supongo que a pocos días de la salida, estarás muy liada.
–No paro, entre el instituto y los preparativos. Menos mal que mis padres me están echando una mano. Yo vivo y estudio en Lepe, y los profesores me han hecho el favor de adelantarme los exámenes, que ya he terminado. Menos mal, porque si no es imposible. Es trabajo aquí y en el Rocío, ya que tengo que preparar dos casas, la de la hermandad y la de mi peña.

¿Qué significa para ti ser hermana mayor?
–Es mucha emoción, y más en mi caso, que mi madre y mi abuela también han sido hermanas mayores. Mi madre fue en 2007, mi abuela en 2010, y mi tío es el carrero de la hermandad. Estamos muy ligados a esta hermandad de siempre, tanto que mi primer camino fue con dos meses. Empezó con mi abuelo, que era de Aljaraque, y ya toda la familia. Siempre hemos ido con Emigrantes, y soy hermana prácticamente desde que nací. Un día después ya me inscribieron.

Tu vida está ligada totalmente a la hermandad.
–Claro, es una forma de vida. Nuestra familia es la hermandad, porque no es tan grande como Huelva y nos conocemos todos.

¿Qué momento esperas con más ganas?
–La salida, que tengo una sorpresa para mi hermano, que está intrigado; el Lunes de Pentecostés, y el sábado en la presentación de hermandades. Voy a hacer el camino a caballo, y en la salida llevo a mi madre, mi primo, mi novio, mi padre y mi abuela, con 74. Mi hermano tiene que llevar el carro pero le tengo preparadas unas sorpresas.

Supongo que todo esto lleva aparejado un coste económico. ¿Cómo lo haces?
–Con mucha ayuda y esfuerzo. Todos los hermanos, desde que se enteraron de que me presenté, se han volcado. Han colaborado mucho, tengo mucho apoyo y todo el mundo está unido.

¿Cómo explicarías a alguien ajeno al Rocío la devoción que tú sientes?
–Lo que yo llevo por dentro es lo que me han enseñado desde chiquitita. Para mí el Rocío, la romería y la Virgen lo es todo, porque es con lo que me he criado y lo que he vivido de niña.

Y eres hermana mayor en un año muy especial.
–Claro, porque ha estado en Almonte, ha sido el traslado y es el Año de la Virgen. Yo me quise presentar el año que mi abuela lo entregó, porque quería que me lo entregara a mí, pero para que no fueran dos años seguidos, preferí esperar al Año de la Virgen, pero aún así no me lo esperaba, porque fue una sorpresa de mi madre.

Un último deseo de cara al camino, que emprendéis el miércoles.
–Que me salga todo bien, que me salga la mitad de bien que le salió a mi madre, y que podamos llevar a todo el mundo bien a la aldea.

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