Nunca es tarde para que tres hermanos artistas unan sus esfuerzos, ilusiones y voces. Nunca es tarde para hacer un gran trabajo, editarlo y que se convierta en un gran éxito. Eso es lo que debieron pensar los hermanos Jesús, Luciliano y Enrique Monje, componentes del grupo Loss Monje (www.lossmonje.com), que sacan el mercado su debut discográfico titulado Nunca es tarde.
La banda Loss Monje, tan reciente en su creación como familiar en su composición, es un grupo gaditano en el que puede apreciarse matices y facetas de rock, balada, flamenco y fusión y que se estrena con un primer single La distancia, que suena desde hace escasas fechas en Youtube en forma de videoclip, en http://youtu.be/Oq17Y8uat3I.
De origen alcalaíno, esta familia de artistas afincada en Cádiz, ofrece un trabajo de nueve temas seleccionados de entre 40 compuestos. De ellos, dos son netamente propios, “e incluso hay una sorpresa en forma de una versión de un conocidísimo tema de Camarón de la Isla”, afirman.
De los tres hermanos, el que mayor bagaje artístico atesora es Jesús, creador del reconocido grupo Pan Tostaíto, colaborador de Teresa Rabal en Veo-Veo, integrante del grupo Latinoss y autor e intérprete en numerosas comparsas del Carnaval gaditano. Luciliano y Enrique, aunque con una marcada vocación musical, debutan con este trabajo.
Este grupo vocal que se reparte el peso de la interpretación al 33 por ciento, ha grabado Nunca es tarde a caballo entre los estudios La Azotea de San Fernando y Provis de Jerez, contando con la dirección Musical de Daniel Ruiz y Javier Fajardo y ha contado con el acompañamiento de la batería de Danilo Rosso, las percusiones de Carlos Terrán, el bajo de Ernesto Lafuente, las guitarras eléctricas y acústicas de Javier Portela y José Arjona, la guitarra española de Víctor Rosas, entre otros excelentes músicos.
El trabajo, mezclado en Sevilla en Unomusic de la mano de Luis Villa, contó como ingeniero para su masterización con Mario Alberni, de Kadifornia.
Ahora, los hermanos Monje, conocidos y reconocidos como Loss Monje, una vez que han echado toda la carne al asador del ruedo musical, solo esperan gustar al gran público con la certeza y tranquilidad que proporciona el hecho de haber realizado un buen trabajo, para lo cual, nunca es tarde.
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