El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 18 años de cárcel impuesta a un joven que mató de otro de una puñalada durante la Feria de Abril de 2009 en Sevilla tras una pelea entre dos pandillas, así como las condenas a otros dos acusados de riña tumultuaria y hurto.
La muerte de Juan Fernando M.S., de 19 años y vecino de Gines (Sevilla), se produjo en la madrugada del 1 de mayo de 2009 en la intersección de la calle Ignacio Sánchez Mejías y el Paseo de los Remeros, en el recinto de la Feria de Sevilla, cuando fue apuñalado en el corazón tras exigir a otra pandilla la cazadora de la que se habían apoderado.
Entre las dos pandillas se produjo una trifulca en el transcurso de la cual el acusado Jesús E.C., entonces de 22 años, sacó de manera inopinada un cuchillo jamonero que llevaba escondido y "de forma inopinada propinó a la víctima un golpe en el pecho, sin que nada pudiera hacer por defenderse".
Jesús E.C. fue condenado por la Audiencia de Sevilla a 18 años de cárcel por asesinato, pena que ahora ha confirmado el Supremo porque no se vulneró su derecho a la presunción de inocencia cuando el tribunal tuvo en cuenta las declaraciones de varios testigos.
Dice el Supremo que es el tribunal que ve el caso a quien corresponde valorar las pruebas y por ello dio credibilidad a varios testigos que oyeron a Jesús confesar su participación en los hechos y afirmar que "se le había ido de las manos".
Aunque dichos testigos no declararon sobre el hecho mismo de la puñalada, "habían estado en el desarrollo" del incidente y se marcharon del lugar todos juntos, y además según la Audiencia de Sevilla su credibilidad "no aparece comprometida por enemistad o ánimo exculpatorio alguno".
Añade la sentencia del Supremo que dichos testigos sabían que el cuchillo jamonero usado en la agresión se había partido y que la Policía solo encontró su hoja, "lo que solo podían saber si estuvieron presentes o recibieron la noticia por el propio acusado al tiempo de deshacerse del cuchillo".
Junto a las condenas de cárcel, el Supremo confirma la indemnización de 300.000 euros a cada uno de los padres del fallecido y de 6.000 euros a cada uno de sus dos hermanos.
Además, Martín S.B. es condenado a nueve meses de cárcel por un delito de riña tumultuaria y a una multa de 400 euros por una falta de hurto en tentativa por la previa sustracción de la chaqueta que dio lugar a la pelea.
Juan Antonio L.V., por su parte, es condenado a nueve meses de prisión por riña tumultuaria y a otros nueve meses por resistencia a la autoridad, al propinar patadas y puñetazos en una caseta de la calle Curro Romero a un policía nacional vestido de paisano que le persiguió.
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